Nestlé Museo del Chocolate está ubicado en Toluca, México. Fotos: Plataforma Arquitectura
Como sacados de los famosos filmes que hacen alusión al chocolate lucen innumerables estructuras construidas alrededor del mundo, donde se asientan, precisamente, las empresas que se encargan de la producción, presentación y comercialización de la golosina de grandes y chicos.
Una de esas creaciones está en la ciudad de Kuwait. Se trata de Bean to Bar Chocolatier, desarrollado por el Studio Toggle. El encargo consistió en desarrollar una boutique elegante, en un espacio de apenas 33 metros cuadrados. Un verdadero reto, según los promotores del proyecto, que desde el inicio buscaron también amplitud y luminosidad.
Ferrer Xocolata abrió sus puertas en Girona, España, en el 2015.
Para lograrlo, dejaron de lado la idea de instalar un techo convencional y crearon una cubierta que proporcione sensación de profundidad. Jugaron con la dimensión de las celdas, donde más tarde colocarían el chocolate en sus diferentes presentaciones. Esa intervención garantizó la posibilidad de adaptar la tienda de acuerdo con las ocasiones.
El diseño de Compartes Melrose, en cambio, se centra en el uso de triángulos, ubicados estratégicamente en diversas partes del mobiliario.
El Museo del Chocolate Hunya está en Taoyuan, Taiwán.
El proyecto está organizado en torno a un mostrador y a un suelo de mármol triangular. El mostrador -cuentan los promotores del proyecto, en una descripción enviada a Plataforma Arquitectura- fue levantado para revelar un piso de mosaico que se extiende hacia las paredes.
El resto del espacio es totalmente blanco y negro, acentuando los colores de la marca.
Compartes se estableció en 1950 en el barrio de Brentwood de Los Ángeles (EE.UU.), lugar donde hasta el día de hoy se fabrican chocolates artesanales. La sede en Melrose Place es el segundo espacio comercial de la marca, y “servirá como concepto de tienda para futuras oficinas en otras ciudades de Estados Unidos”.
Compartes Melrose abrió sus puertas en West Hollywood, EE.UU.
En la Casa de los Maestros del Chocolate los encargados del proyecto crearon un mosaico para representar a los distintos artesanos y a sus productos. La Casa fue elegida por su calidez familiar. “Con un aspecto puramente belga (100% de Bélgica) el proyecto se expresa a través de códigos tomados del mundo del chocolate (100% de cacao)”.
En cuanto a la tipografía, es una mezcla que concilia los valores de la artesanía y la tradición, sobre un fondo azul que le da un toque luminoso y contemporáneo.
Ingresar a la Casa de los Maestros del Chocolate, según las referencias de los visitantes, es como ingresar a la película ‘Charlie y La Fábrica de Chocolate’, pues se respira y se observa chocolate en cada rincón de la construcción, ya que hasta las formas de mobiliario recuerdan a una barra de ese manjar. Allí, los visitantes pueden obtener muestras de bombones y más de 10 variedades de chocolate caliente.
Takhassussi Patchi Shop está en Takhassussi Avenue, Riyadh, Arabia Saudita.
Takhassussi Patchi Shop, en Riyadh, Arabia Saudita, fue instalada en una villa neoclásica, cerca de una autopista principal de 10 carriles.
La primera tarea para los miembros del estudio de arquitectura consistió en lograr una fachada llamativa, creando una gran pantalla, con un punto focal capaz de atraer la atención de los miles de automovilistas.
Casa de los Maestros del Chocolate (2011) está en Bruselas, Bélgica.
Para eso utilizaron paneles compuestos de aluminio blanco, con un diseño de monogramas luminosos, gráficos y meticulosos. Así fue como la boutique lujosa de 700 m² se convirtió ahora en un “templo glorioso”.
Nestlé Application Group, en Querétaro, México, es una serie de contrastes en cuanto a la forma, material y color.
Bean to Bar Chocolatier está en la ciudad de Kuwait. Tiene
33 m².
Con claridad y contundencia, el proyecto introduce cualidades performativas y teatrales a la arquitectura industrial. Fue construido en el 2009 y estuvo a cargo del arquitecto Michel Rojkind.
“Es una serie de contrastes en cuanto a la forma, material y color. Con claridad y contundencia, el proyecto introduce cualidades performativas y teatrales a la arquitectura industrial”.