La residencia se ubica en la vía a Samborondón. En su fachada lucen grandes ventanales. Fotos: Cortesía JAG STUDIO
Entre el verde de las palmas, las hojas de los árboles y el césped que cobija el terreno sobresale el blanco de la casa Aires. Su fachada se impone gracias a los detalles en sus ventanales y materiales claros que parecen iluminar todo el sitio.
Se trata de un proyecto de Intemperie Estudio, fundado en Guayaquil, el 2015, por los arquitectos Fabiana Alvear y Manuel Colón. Esta casa unifamiliar se diseñó y se construyó entre el 2016 y el 2018. Está ubicada en un conjunto residencial en la vía a Samborondón.
La arquitecta y urbanista Alvear señala que el proyecto es producto de un trabajo constante con los propietarios, ya que la idea central de este, y la mayoría de obras residenciales del estudio, es lograr viviendas personalizadas que se adapten al estilo de vida de las personas que las habiten.
Para ello se definen las necesidades de la familia, la idea de cómo quisiera vivir, sus propios gustos y su concepto, partiendo incluso de lo que no quiere en su residencia.
Esta obra se levantó en un lote de 630 m².
La puerta es un detalle que se diferencia por su color.
. El objetivo era generar ambientes cómodos y bien distribuidos. La casa se divide en un área familiar y una social, con zonas que tienen diferentes grados de privacidad. Cuenta con cinco dormitorios completos, tres salas: social, familiar y de bar, además del comedor y cocina.
Según Alvear, la idea era lograr espacios que se comuniquen entre sí. De esta manera y gracias a los grandes ventanales, en la planta alta existe una conexión entre el área interior y el exterior verde y cálido.
Al estar dentro de un conjunto se debían respetar ciertos lineamientos, por lo que el concepto arquitectónico que se utilizó fue tradicional con un enfoque contemporáneo. Según la arquitecta, aquello no fue un aspecto negativo, ya que permitió pensar la obra como un elemento homogéneo pero a la vez que se diferencie gracias a los detalles y contrastes en los materiales.
El mármol predomina en los espacios del interior.
En la residencia, de 638 metros cuadrados de construcción, se mantienen las líneas de proporciones verticales con materiales blancos. La cubierta es de teja plana asfáltica oscura y hay detalles como la puerta principal que se diferencian de la ventanearía.
Los balcones son en hierro también pintado en blanco. Por ello se logró que la casa tuviese presencia en las fachadas y un diferente contraste al exterior y al interior. En este último se destacan materiales como el mármol, paneles y papel tapiz tanto para destacar las distintas áreas como para separar los ambientes. El manejo de color es otro detalle.
Para el estudio, la prioridad es hacer casas funcionales y eficientes y que sobre todo respondan al ideal de sus habitantes. Todos los materiales y diseños deben adaptarse a las necesidades y formas de vida.
Esta residencia es uno de los ejemplos del cambio en la visión de cómo vivir. Antes los espacios eran sumamente grandes y a veces desaprovechados y de difícil mantenimiento; en la actualidad la tendencia es lograr viviendas con la distribución correcta.