El Issfa

Los últimos acontecimientos de violencia que vivió el país, Quito en especial, ameritan ser analizados. En mi caso enfocaré el tema referente al rol de las Fuerzas Armadas, cuestionado por unos y encomiados por otros, según el matiz ideológico y/o político desde el cual enfilen los comentarios. Pero lo que nadie va a discutir es un hecho innegable: el alto riesgo que el personal militar tiene, aún más cuando por circunstancias propias de las movilizaciones, debió atender tareas distintas a la misión para las cuales están formados, sin los instrumentos básicos para una eficiente tarea; todo lo contrario; soldados atados de manos sin un concepto claro del empleo progresivo de la fuerza, respetuosos de procedimientos y protocolos propios de la situación, enfrentados a conciudadanos que ejercen el legítimo derecho de la protesta; y, agredidos por embriones de terroristas sin Dios ni ley.

Esto justifica totalmente la existencia y vigencia plena de un régimen de Seguridad Social especial para las Fuerzas Armadas y Policía Nacional que fue vapuleado y destruido por el gobierno anterior con la vigencia de la mal llamada Ley de Fortalecimiento del ISSFA, principio del fin de la seguridad social militar. Con este antecedente, es justo y necesario que la Corte Constitucional atienda y resuelva las demandas de inconstitucionalidad que reposan en su despacho a fin que vuelva a su vigencia el régimen especial que corresponde a la naturaleza de las funciones de los miembros de la Fuerza Pública, sin más dilaciones, para lo cual los actuales mandos institucionales y los niveles de gobierno del ISSFA debe intensificar las acciones, sin perjuicio de las manifestaciones colectivas de los afiliados del servicio pasivo, que en forma respetuosa, disciplinada y efectiva realicemos como aporte a la causa.  

Luis Eduardo Páez Rosero

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