Febrero dejó menos ingresos para el Fisco en este 2020 debido a un escenario internacional adverso y a que la economÃa local sigue débil. El precio del petróleo cayó el viernes pasado a los niveles más bajos de este año por los efectos económicos del coronavirus. En China, la epidemia paralizó puertos, fábricas, y creó pánico en la población que evita salir de casa. Con una parte de la actividad paralizada, la demanda de crudo cayó y su precio se hundió en las bolsas internacionales.
Ese escenario dejó menos ingresos a Ecuador, que depende del sector petrolero para financiar su presupuesto. En febrero, el Fisco recibió apenas USD 21 millones por venta de petróleo, menos que los 155 millones que percibió en igual mes, en el 2019.
Como contrapartida, los combustibles se abarataron estos dÃas. Eso abre una ventana para revisar los subsidios a estos hidrocarburos y generar medidas para cubrir a la población vulnerable. En medio de precios bajos, cercanos al costo internacional, el golpe para la población será menos duro. Y, en cambio, una decisión de este tipo blindará a futuro las finanzas públicas.
Otra fuente importante de financiamiento para el Gobierno son los tributos fiscales. Estos tienen que ver con los impuestos al valor agregado, a la renta, a los consumos especiales, aduaneros y otros tributos. En febrero estos rubros sumaron USD 702 millones, la cifra más baja en siete años. En todas las categorÃas hubo una caÃda.
Hallar financiamiento en el exterior en estos momentos es casi inviable debido al incremento del riesgo paÃs, que cerró en los 1 466 puntos, el pasado 28 de febrero.
En un escenario de menos ingresos, una salida que queda es ir a un mayor ajuste fiscal en gastos permanentes: salarios, bienes y servicios del Estado, debido a que la inversión pública está ya en niveles mÃnimos.
Caso contrario, el Fisco comenzará a acumular atrasos con proveedores o municipios y prefecturas, lo cual dará un oxÃgeno temporal, pero acumula los problemas a futuro.