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¡¿Cómo puede ser que esta tierra tan rica haya sido saqueada por potencias extranjeras?! ¡Aquí quien tiene que robar somos nosotros!
La corriente populista latinoamericana – que nada tiene que ver con la izquierda – llamada “socialismo del siglo XXI” va más allá de las contradicciones, llega al absurdo. Chávez potenció y endiosó la figura del libertador Simón Bolívar, todo parte de una propaganda – muy exitosa – dirigida a someter al pueblo venezolano al yugo más cruel y miserable que yo he presenciado en mi vida. Ahora, cuando en Venezuela se lanza un billete de un millón de bolívares que vale apenas 52 centavos de dólar, habría que preguntar si los ciudadanos se sienten tan liberados.
Aquí hubo otro tanto de lo mismo. Correa se lanzó a la presidencia chillando en contra de la presencia estadounidense en la Base de Manta ¡Entreguistas! ¡Tenemos que recuperar la soberanía! Luego resultó que se mandó una valija diplomática con droga a Europa. Años después se denunció que la Base de Manta servía como centro de acopio de droga para el posterior envío al norte.
¿Recuerdan cuando el apagón informático en el CNE coincidió con el cambio de tendencia en las votaciones de segunda vuelta hace cuatro años? Pocos meses antes hubo el Acuerdo por la Transparencia, donde las principales organizaciones políticas del país se unieron para exigir que el Consejo realice acciones que garanticen la justicia del proceso electoral. Inspección al sistema informático, auditoría al padrón electoral, etc., el Consejo se rió de esas exigencias. Como el organismo electoral no demostraba la menor intención de realizar un proceso transparente, una delegación del Acuerdo fue a Washington para alertar a la OEA.
¡Vendepatrias! Ese fue el calificativo exacto de Correa. Todo esto mientras nos cantaban el “Patria tierra sagrada.”
La anterior Secretaría Anticorrupción señaló que las pérdidas por corrupción durante la década de la revolución ciudadana ascenderían a USD 70 mil millones.
El PIB del Ecuador apenas supera los USD 100 mil millones; acumular pérdidas por 70% del PIB en apenas 10 años es formidable.
Y los correístas eran los ávidos lectores de “Las Venas Abiertas de América Latina”, ¿cómo? Denuncian el saqueo y la explotación de los recursos naturales que pertenecían al pueblo, ¿a cuál saqueo se refieren?
¿No son ellos los que se ardían cuando leían de las atrocidades cometidas para la explotación minera? Y, luego a la fuerza desplazaron al pueblo indígena de Nankints.
Hay una figura particularmente dolorosa de la época colonial, el nativo que colaboraba con los chapetones. Ahora ante nosotros – y sin ningún disimulo – se plantea un proyecto de explotación y corrupción. Y , por más desgarrador que sea, hay parte del pueblo que lo apoyará.