Bandas internacionales vulneran 4 provincias para traficar combustible

En Lago Agrio, las personas se abastecen de combustible en canecas y baldes. En la PJ de Sucumbíos se encuentra un camión retenido. El jueves, la Policía allanó bodegas en Huaquillas, El Oro. Foto: Galo Paguay/ El Comercio

En Lago Agrio, las personas se abastecen de combustible en canecas y baldes. En la PJ de Sucumbíos se encuentra un camión retenido. El jueves, la Policía allanó bodegas en Huaquillas, El Oro. Foto: Galo Paguay/ El Comercio

En Lago Agrio, las personas se abastecen de combustible en canecas y baldes. Fotos: Galo Paguay/ El Comercio

Las canecas están llenas de combustible. Son decenas de recipientes que están al aire libre, en un patio de cemento. Es jueves y para ingresar a ese canchón de la Policía Judicial, en la fronteriza Sucumbíos, primero se necesita un permiso de la Jefatura. Adentro están 17 818 galones de combustible que fueron confiscados desde agosto del año pasado en esa provincia que colinda con Colombia.

Todo el material fue recuperado cuando iba a ser traficado a mafias que procesan drogas en ese país. Lago Agrio, por estar a dos horas de la vecina nación, se ha convertido en uno de los puntos estratégicos donde las bandas internacionales de traficantes se abastecen ilegalmente de hidrocarburos.

¿Cómo lo hacen? En el Batallón de Selva Tungurahua, que opera en Sucumbíos, los militares saben que la forma más común para llevar la carga ilegal es a través de un doble fondo en los tanques de gasolina.

Ese jueves, el jefe del Batallón, Robert Gaona, explicó a este Diario que los traficantes también compran pequeñas cantidades en canecas o galones para luego ocultarlas en casas que están en plena zona de frontera o en medio de la selva.

Así, cuando acumulan un gran cargamento lo trasladan a Colombia por ríos, como el San Miguel. Pero vía terrestre se han identificado más de 30 pasos clandestinos para cometer este ilícito. En Lago Agrio es fácil ver cómo la gente lleva canecas enteras de combustible.

En una estación, un hombre y una mujer cargaron en una camioneta dos recipientes grandes. La supervisora del lugar dijo que se despacha solo con autorización. En otro servicio, en cambio, simplemente no se venden grandes cantidades.

Hace 11 días, en el San Miguel, militares ecuatorianos vestidos con uniforme camuflaje y armados con fusiles se incautaron de 180 galones de diésel. Los decomisos son por miles. En este año ya se han reportado 12 573 galones de gasolina confiscados y
70 716 de diésel.

Un cálculo realizado por la Unidad de Delitos Hidrocarburíferos (Uideh) revela que si cada día se logra traficar
5 280 galones, el perjuicio para el Estado sería de USD 16 156.

En la PJ de Sucumbíos se encuentra un camión retenido. 

Las bodegas clandestinas

Sucumbíos no es la única provincia por donde las mafias penetran. Esmeraldas, Carchi y El Oro, por su cercanía con las fronteras, son vulnerables.

En El Oro, Huaquillas es la localidad más cercana con Perú. Allí, los contrabandistas también adaptan doble fondo en los tanques de los carros.

Sin embargo, cuando se trata de almacenar el combustible, el escenario cambia. El uso de bodegas clandestinas es frecuente. Hace dos días (16 de julio), agentes de la Unidad de Delitos Hidrocarburíferos (Uideh) llegaron en camiones y equipados con armas, allanaron ocho bodegas y decomisaron 1 000 galones de combustible que aparentemente estaban listos para ser comercializados hacia Perú.

En la inspección se conoció que quienes se dedicaban a esta actividad utilizaban 14 vehículos que se abastecían en gasolineras de El Oro, Guayas y Azuay. Se calcula que desde los inmuebles se vendían cerca de 8 000 galones diarios.

Por eso, ocho personas fueron detenidas, con ellas en este año ya suman 116 apresados en operativos realizados contra las redes. En 2014 hubo 228. En Perú la gasolina ecuatoriana es utilizada para trasporte público o privado, como taxis y vehículos livianos.

En Carchi, el uso de hidrocarburos es similar. Y los vehículos grandes, tipo camiones o busetas, son los idóneos para transportar diésel, pues sus tanques cargan más. Por ejemplo, hace una semana cuatro vehículos fueron detenidos en el barrio El Polígono. Allí se confiscaron 53 galones y se detuvo a dos personas.

Las condiciones cambian en Esmeraldas. Las bandas transportan la gasolina por alta mar. Esta es una de las modalidades más complejas que utilizan mafias del crimen organizado.

La razón: existen embarcaciones con capacidad para llevar hasta 4 000 galones en un solo viaje. Y el combustible es llevado a Colombia para ser usado en plantaciones de coca, para procesarla clandestinamente.

Además sirve para abastecer lanchas rápidas que son utilizadas por los narcos para llevar el alcaloide hacia Centroamérica.
Por eso, de enero a junio, la Policía que indaga delitos hidrocarburíferos en la zona costera se incautó de 10 embarcaciones y 21 motores fuera de borda.

Además, hace tres meses, en un inmueble del sector de Río Verde, en Esmeraldas, se hallaron 20 canecas llenas y se incautó un motor de lancha. ¿Por qué tanta demanda desde Ecuador? Una razón es el costo. En el extranjero el combustible puede costar hasta USD 3,96 el galón, mientras que en Ecuador cuesta USD 1,03 (diésel) y USD 2 (súper).

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