Para las elecciones seccionales del 2023, el Consejo Nacional Electoral (CNE) utilizará esencialmente la misma arquitectura informática del 2021. Sin embargo, hay dos cambios con los que quiere transparentar el proceso de escaneo y resultados.
En todo proceso electoral hay denuncias sobre el manejo del sistema informático. Los denominados apagones fueron objeto de quejas en el 2017 y en el 2019.
El CNE ha defendido su actuación y, para los comicios del próximo año, se cambiaron los dispositivos para la transmisión de los datos desde los centros de procesamiento hacia Quito.
También se compraron 10 servidores adicionales para incrementar la capacidad de la matriz.
Lucy Pomboza, coordinadora Nacional de Tecnologías del CNE, menciona que, en lo que tiene que ver con equipos informáticos, el órgano electoral ha invertido USD 4 millones. La primera prueba de los sistemas para el escaneo de actas y procesamiento de datos se hará el próximo 29 de diciembre.
Los servidores, al ser de un proveedor extranjero, se esperan hasta la primera semana de diciembre. Lo que ya está en manos del CNE son los ‘routers’ que se enviarán a cada delegación provincial para transmitir los datos.
La transparencia
El CNE dice que, para garantizar la transparencia de los resultados, mantendrá lo que ya utilizó en el 2021. Esto es la utilización de una red únicamente para las elecciones. Dicha red, según lo explica Pomboza, no tiene Internet e igualmente está encriptada.
Con eso, el órgano electoral prevé una protección de ataques externos. Sin embargo, Enrique Mafla, profesor de la Escuela Politécnica Nacional (EPN), señala que, si bien esa es una medida importante, la seguridad también se debe garantizar desde adentro.
Pueden existir ataques desde los mismos funcionarios a cargo de los sistemas. También recuerda que, en el 2019, uno de los apagones se produjo porque la capacidad del servidor que se usó para la transmisión de datos fue superada. “A las 18:00 todo el mundo quería consultar los resultados”.
Sobre esto, Pomboza señala que ya se ha contratado el servicio para subir los datos a la nube y que puedan ser consultados por los mismos ciudadanos con su propio Internet. Asegura que puede soportar todas las peticiones que lleguen tras el inicio del procesamiento de los resultados.
La capacidad
En el 2023, los ecuatorianos elegirán prefectos, alcalde, concejales, miembros de Juntas Parroquiales, además de los vocales del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs). A esto se podría sumar la Consulta Popular del Gobierno.
Por eso, Pomboza dice que ha sido necesario ampliar la capacidad porque cada papeleta significa más escaneos y procesamiento de información para el CNE. También está pendiente que se defina si se realizará en este proceso la consulta sobre el Yasuní y, en el caso de Quito, otra consulta antiminera en la zona de la Mancomunidad del Chocó Andino.
Para el experto en temas electorales, Esteban Ron, los sistemas informáticos en procesos electorales son de vital importancia. Dice que se debe eliminar cualquier tipo de riesgo “ya que las afectaciones internas y externas pueden falsear la voluntad electoral”.
Ese tipo de dudas siempre afectan la credibilidad de un candidato o pueden generar disputas entre los partidos políticos.
“La seguridad informática va de la mano con la legitimidad de resultados, más aún en estas elecciones que los resultados mínimos pueden ser determinantes”, señala Ron sobre el proceso del 2023.
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