La Superintendencia de Bancos atraviesa una crisis de carácter institucional. Desde el pasado 14 de agosto de 2022, esta entidad de control tiene resguardo policial para impedir que Raúl González, superintendente posesionado por la Asamblea Nacional, ingrese y ejerza sus funciones. El presidente de la República, Guillermo Lasso, no lo reconoce como autoridad.
¿Pero qué es la Superintendencia de Bancos y qué función cumple?
Según la Constitución de la República, se encarga de controlar, regular y supervisar la actividad bancaria del país, tanto pública como privada, y del sistema de seguridad social. Además, debe fortalecer el sistema financiero y garantizar los ahorros de los depositantes.
Uno de los roles más importantes es resolver y atender denuncias o reclamos de los usuarios sobre alguna entidad bancaria o los servicios que esta ofrezca, señala el buró de crédito Equifax.
Para Wilson Araque, docente universitario y presidente de la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo, esta problemática institucional “afortunadamente” ocurre cuando el sistema financiero del país es sólido. Los préstamos concedidos lo demuestran.
Por ejemplo, en el primer semestre de 2022, la banca entregó USD 15 301 millones en nuevos créditos para 565 447 clientes. Esto es un 30% más que el mismo período de 2021.
De esta forma, la sociedad no siente el problema de institucionalidad que vive no solo la Superintendencia de Bancos, sino el país.
Araque además señala que para entender el rol de esta institución hay que comprender la importancia del sistema financiero, que está compuesto por bancos, cooperativas y mutualistas. “Este juega un rol muy relevante en el funcionamiento de la economía de un país”.
El sistema financiero es el encargado de captar el ahorro que generan las personas o las empresas para luego canalizarlo a inversiones, a través de créditos.
Estas permiten dinamizar la producción y tener mayores fuentes de empleo, “que es lo que necesita el Ecuador. Por esta razón es que hay que cuidar al sector financiero”, enfatiza.
Para los especialistas consultados por este Diario, el Superintendente que dirija esta institución tiene que ser una persona técnica, que no esté contaminada por temas políticos, para que los bancos funcionen bajo el criterio de eficiencia, ética y responsabilidad social.
Marco Rodríguez, presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador, señala que pese a no haber una autoridad permanente, los procesos e interacciones con la Superintendencia de Bancos siguen en marcha y se están cumpliendo con normalidad.
Esto se debe a que existe una normativa vigente que ampara los requerimientos e informes.
Bajo la subrogación
Esta entidad de control ha permanecido sin una autoridad principal desde febrero de 2022, cuando Ruth Arregui fue destituida por la Asamblea Nacional, tras un juicio político por incumplimiento de funciones.
Desde entonces ha tenido dos titulares subrogantes: Rosa Guerrero y Antonieta Cabezas.
Pese a estos cambios y la crisis institucional, el sistema financiero no se ha visto afectado. Pero proyecta una mala imagen del país a nivel internacional.
Eso ahuyenta a futuros inversionistas, que podrían estar mirando al Ecuador como una opción para traer sus fondos. “Los inversionistas sí toman en cuenta esas cosas. Para qué van a venir a un país en el que se elige a una persona que va a cuidar los depósitos y luego hay estos problemas”, señala Araque.