Tres productos básicos de la canasta familiar sufrieron recientes ajustes de precios en varios mercados de Guayaquil.
El tomate, el ajo y el queso experimentaron alzas por las condiciones climáticas, las decisiones gubernamentales y la escasez.
En el centro de abastos de Sauces IX, la libra de tomate al consumidor fluctúa entre los USD 0,60 y 0,65, según su tamaño. Hace poco más de un mes, el precio al público era de USD 0,30 por libra.
María Yuquilema, quien atiende el puesto 332, explicó que hoy compra una caja de 40 libras de tomates en USD 20. Su costo es de USD 0,50 por libra y la utilidad es de entre USD 0,10 y 0,15.
En el mercado de Caraguay, en el sur, el precio es similar que en el norte, pero la rentabilidad es menor. Según Manuela Guaye, comerciante, compra en USD 23 la caja de 40 libras de tomate, que equivale a USD 0,57 por libra.
Entre tanto, en el mercado mayorista, Jorge Fischer, del puesto 85, explica que el precio del tomate subió por la escasa cosecha en Santa Elena y Manabí. “El exceso de lluvias arruinó los cultivos y la prohibición de importar semillas, que ordenó el Gobierno, desanimó las siembras”.
De ahí que Ibarra, Ambato y Riobamba sean ahora los principales proveedores de tomate para Guayaquil. Fischer explica que el tomate de Ambato es más costoso, porque los sembríos son más tecnificados, incluso se cultivan bajo invernadero y utilizan semillas mejoradas. Sin embargo, alertó que desde esta última semana el precio comenzó a descender.
“Hasta la semana pasada compraba en USD 18 la caja de tomate y vendía entre USD 20 y 22, según la calidad del producto. Hoy está a USD 16. Me sorprende que los minoristas no hayan recibido el producto a ese precio”.
Otros productos que también se encarecieron fueron los elaborados con lácteos, luego de que el Gobierno acordara para los ganaderos un incremento de USD 0,04 por cada litro de leche en finca.
El queso sufrió el mayor impacto. En estos mercados, la libra de queso fresco manabita, que hasta hace 20 días costaba USD 2, se expende ahora con un recargo de entre USD 0,20 y 0,25.
Aida Miranda, por ejemplo, vende cada libra de queso en USD 2,20. Antes, su rentabilidad ascendía hasta USD 0,30.
Por su parte, Carlos Solórzano, quien hasta hace una semana producía 10 quintales de queso fresco chonero para enviar a Portoviejo y Guayaquil, dejó de hacerlo. “Es muy problemático elaborar quesos, representa mucho tiempo. Ahora la empresa Reyleche me ha hecho una propuesta interesante para venderles leche y me quedo con eso”.
Y finalmente, la subida de precios también impactó al ajo, que en su mayoría proviene de Perú. La casi nula producción nacional y la baja temporada de cosecha en el vecino país hizo que en una semana el precio creciera 60%.
En el mercado de Montebello es escaso el producto. Jino Marcalla, del puesto 9-32, ofrece cada malla de 48 libras en USD 50; antes lo hacía en USD 30. “Es imposible vender la libra de ajo sin cáscara en USD 1 ni en USD 0,80 con cáscara. Hoy sale a USD 1,40 la libra en cáscara. Traigo poco, porque los clientes no pagan”.
Altibajos en los cultivos
En la Represa del Azúcar, zona de mayor producción de hortalizas en Santa Elena, hay cerca de 10 hectáreas de cultivos de tomate, que iniciaron la cosecha.
En la zona se siembran 35 hectáreas, pero desde el año pasado el cultivo ha disminuido por problemas de financiamiento, en unos casos, y exceso de lluvia, en otros, explica Ernesto Farinango, técnico de la hacienda Biofuel, que comercializa productos La Finca.
Farinango maneja 1,5 hectáreas de tomate. En su caso, el rendimiento ha sido favorable, aunque para ello la compañía ha realizado una inversión por encima de los USD 12 000 por hectárea.
En otra zona productiva, cerca de Guayaquil, en Daular, se dejó de cultivar tomates, debido a los bajos precios registrados en otros años. Los comuneros de la Asociación Fincas Daular reemplazaron este cultivo por el de ají tabasco. Una empresa asentada en Santo Domingo les compra la producción, indicó uno de sus integrantes, Máximo Mendoza.