Un disco de freno del monoplaza Williams de Ayrton Senna, que corrió en el GP de Brasil de 1994, es uno los más preciados recuerdos de Iván Toro Portilla.
Dicho objeto, que luce enmarcado en su departamento de Quito, forma parte de una interesante colección de artículos relacionados con el automovilismo en general y con Senna en particular.
CARBURANDO visitó a este ex dirigente de Aneta, para conversar sobre su amplia trayectoria en el automovilismo nacional e internacional, su pasión por el mundo motor y su quehacer actual.
¿Cómo se vinculó con el automovilismo deportivo?
Desde muy niño me gustó este deporte. En mi natal Ambato solíamos ir entre amigos a mirar las competencias de rally. Luis ‘El Loco’ Larrea fue quien me enganchó con este deporte. Así nació mi pasión. Más tarde me vinculé en la dirigencia y fui gerente general de Aneta por 25 años y formé parte de esta institución casi por 30 años.
¿Qué le ha dejado el automovilismo y la dirigencia?
Muchos recuerdos hermosos, anécdotas inolvidables, he conocido personas increíbles y he viajado por el mundo. Este deporte es maravilloso y por eso lo amo. Una de esas anécdotas es haber realizado la primera Vuelta a la República en 1972. Haciendo la hoja de ruta nos enlodamos tanto, junto con William Isaías y Santiago Crespo, que no nos dejaron entrar en el hotel.
¿De qué manera se vivía el automovilismo en las décadas doradas de los 60, 70 y 80?
Era uno de los deportes que más afición tenía en el país, tanto como el fútbol. Esta era una gran ventaja para los dirigentes, ya que al tener una gran convocatoria de aficionados, podíamos realizar grandes torneos y competencias. Había eventos automovilísticos en todo el país: Quito, Ambato, Guayaquil, Cuenca, Riobamba, Manta recibían en sus calles a corredores de rally y de circuitos. Era una fiesta.
¿Cuáles son las figuras que recuerda de esa época?
Mi querido y gran amigo Luis Larrea, pilotos magníficos como Guillermo Ortega, Fausto Merello, Alfredo Santacruz, Fernando Madera, Alfonso Darquea, Xavier Espinosa, Ernesto ‘Netucho’ Dávalos, Andrés Chiriboga, Franklin Pérez, Marco Vivanco, Hugo ‘Chino’ Sosa, Miguel García, Ulises Reyes… y otros tantos pilotos que eran verdaderos ídolos de la afición.
¿Y el parque automotor?
Realmente era muy bueno, dedicado en esa época a lo que eran las carreras en Ecuador, es decir autos preparados tanto para los circuitos como para las rutas. Por ejemplo, el Porsche 908 de Guillermo ‘Palito’ Ortega, el Porsche Carrera 6 de Fernando Madera, el Porsche 911 S de Luis Larrea, el Mini Austin de Kléver Chiriboga, el Peugeot 505 de Hugo Sosa, etc. Más tarde ya se separaron las carreras de rally y de circuitos y por ende los autos se diversificaron para cada modalidad. En los años 80 y 90 también hubo un gran parque automotor, pero en los años siguientes la crisis económica que golpeó al país hizo que la actividad en sí se venga a menos.
¿Esa crisis persiste hoy?
Lamentablemente sí, pero no es algo que no puede arreglarse. Lo que hace falta es diálogo entre las partes: las autoridades de Aneta, organismo al que le compete por derecho y por autoridad de la Federación Internacional de Automovilismo, la organización y regulación de este deporte en Ecuador; los clubes provinciales, y, por supuesto, los pilotos. Esta desunión que vive nuestro querido deporte le hace daño a los pilotos jóvenes. Se les está privando de títulos, ya no hay campeones nacionales. Esto es muy triste. La prensa, que siempre nos ha apoyado debe también incentivar a las partes para que se realice una concertación, que se depongan intereses. Todos unidos, directivos, clubes, pilotos y los medios, ese es el camino.
¿Cuál es su modalidad preferida en el deporte motor?
Siempre me ha encantado la Fórmula 1, aunque también el rally es una de mis favoritas. En la F1 comencé como fanático de Lotus, después me cambié a McLaren con Emerson Fittipaldi, en los 70, y seguí con McLaren en los 80 con Ayrton Senna. Soy hincha de McLaren. He estado en varios grandes premios y he conocido personalmente a Fittipaldi, Senna, Juan Manuel Fangio, Jacky Stewart, entre otros.
¿Por qué Senna?
Pienso que es el mejor piloto de la F1 en toda la historia. Ha hecho todo el proceso, campeón de karting, en Brasil, campeón de la Fórmula Ford 1 600 y 2000, en Gran Bretaña; campeón de la Fórmula 3, en Europa; y luego tricampeón de la F1, en las pistas del mundo. Además, verlo manejar bajo la lluvia era todo un espectáculo. Fangio me dijo una vez: “A este chico cada vez que le veo, me sorprendo más de las cosas que hace”.
¿A qué se dedica ahora?
Sigo vinculado con el automovilismo. Soy presidente del Ambato Fórmula 1 Club, un grupo de amigos y apasionados del ‘gran circo’ que se encuentra para ver por televisión los grandes premios. Además, celebramos reuniones mensuales en diferentes sitios de Tungurahua para estrechar lazos de amistad, hablar de nuestra pasión por los autos y disfrutar de la vida.