¿Se imagina llegar a la casa después de un largo y cansado día de trabajo y darse un relajante baño, pero sin tener que seguir la rutinaria y desgastante llenada de la tina de hidromasaje? Pues puede desestresarse de esa forma sin problema gracias a las cabinas de hidromasaje, que son la opción más reciente para convertir su baño en un spa.
Otro factor que ha inclinado decididamente la preferencia de las personas por esta alternativa es el espacio. Con las viviendas achicándose sin remedio, una cabina de hidromasaje vertical es una buena solución.
Como afirma Vanessa Duarte, administradora de marca de Home Vega, algunas de estas cabinas no ocupan sino un retazo de baño de 90×90 cm y hasta 70×70.
Cada vez más personas optan por instalar cabinas o bañeras de hidroterapia en sus casas, no solo por las amplias funcionalidades que incorporan, sino por su versatilidad, ya que se adaptan en tamaño y diseño a los requerimientos de cualquier cuarto de baño.
“Las cabinas tienen funciones variadas. Vienen con hidromasaje, ducha regulable, de seis a 10 ‘hidrojets’, radio, luces y algunas tienen un masajeador de pies”.
Muchos modelos funcionan a través de la presión de agua. No utilizan motor. Son de fácil instalación y se necesita una conexión de 110 voltios para los servicios eléctricos.
Tienen una base metálica para la tineta, puertas de vidrio templado, que no corta cuando se rompe, y el espaldar o la columna tienen los elementos de hidromasaje.
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