Todo puede cambiar cuando los efectos del coronavirus nos conducen a una nueva realidad. Cambio de horarios ; puestos de trabajo acumulados de tareas antes diversificadas o nuevas ubicaciones para los emprendedores marginales como son los vendedores callejeros para la e subsistencia; añádase, una infraestructura sanitaria adicional que requerirá del auxilio internacional si rebrota el virus.
En estas condiciones asumir el poder, producto de una carrera en un hipódromo del oportunismo, será una tarea desde titánica hasta irresponsable. Es difícil, por devastador que sea el coronavirus, que en el Ecuador político se produzcan efectos importantes. Por ejemplo, que en el campo constitucional se elimine el Consejo de Participación Ciudadana, que fue un centro de acopio del correísmo. En este capítulo, ojalá el próximo régimen logre que se mantenga la independencia de la Corte Constitucional , la Contraloría General y la Fiscalía General.
En este entorno de próximos cambios en el poder ejecutivo y el legislativo tuvo lugar un debate entre dos analistas de primera línea -Carlos Vera y José Hernández-, sobre la salida del Presidente como única solución a la pandemia nacional. En lenguaje común que se vaya y punto; cualquiera reclamo ante alguna autoridad laboral por despido intempestivo. Sin embargo, a pesar de los matices ingeniosos de la confrontación no propusieron ninguna ruta: renuncia, destitución o simplemente el abandono voluntario del cargo. Una situación que jocosamente recordaba aquella popular canción de Wilfrido Vargas “ ¿ que será lo que quiere el negro?”.
Con estos antecedentes, el próximo gobierno deberá soportar a congresistas unicamerales por cuatro años y elegidos en la fritanga de la primera vuelta electoral. En esas condiciones , la gobernabilidad del país no dependerá de sus institucionales sino de la muerte cruzada como amenaza al estilo de la espada de Damocles. Para comprobarlo, observar la aprobación de las últimas leyes de emergencia enviadas por el Ejecutivo. Negociaban, en vez del contenido económico social, si había cambio de gobierno o se acordaba[AP1] un convenio de esponsales, como en efecto se dio, entre el Gobierno y el grupo político Creo ; entre los regalos de bodas se lució el alza de la gasolina, mientras el PSC empieza a izar las velas.
Un hecho que no paso de largo para una percepción atenta, es que luego de los debates sobre una posible salida : “ que se vaya”, se produjo una reunión que evidenció el contexto externo del país. Con motivo de una donación, en el Palacio de Carondelet se reunieron el vicepresidente de la República, el embajador de EE.UU. y el Canciller del Gobierno. No es difícil interpretar en el lenguaje internacional el mensaje. Con la estabilidad del Gobierno del Ecuador no se metan y vayan a jugar billar a otra parte; ni siquiera juego de manos pues son de villanos …