Ayer, los miembros de la veeduría que sigue el proceso de regularización de taxis ejecutivos se reunieron para iniciar el análisis de la primera entrega de información por parte de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop).
Se trata una copia de la nómina de las personas que prestan el servicio de taxi ejecutivo hasta antes de diciembre del 2009, entregada por la Agencia Nacional de Tránsito al Cabildo.
La veeduría, acreditada el 1 de septiembre, está conformada por 10 representantes de la Unión de Cooperativas de Transporte en Taxis de Pichincha y la Asociación de Taxistas de Pichincha. Paco Velasco, coordinador de la veeduría, informó que aún está pendiente el acceso a las carpetas de requisitos, presentadas por los aspirantes a un cupo de taxi ejecutivo.
Explicó que el propósito es verificar aleatoriamente si hay personas que pudieron ingresar al proceso de manera irregular.
“Comprobamos que una persona que dejó el taxismo organizado hace menos de un año no ha sido excluido del proceso de regularización. Pese a que la Ordenanza 047 establece que no se podrá otorgar la calificación de autotaxi a quien hubiera sido socio o accionista de una operadora en los últimos cinco años”.
Velasco anunció que este lunes se entregará una lista de personas que estarían incumpliendo esta norma. También aseguró que hasta la fecha, unos 2 000 taxistas se habrían retirado de las operadoras convencionales. Concluyó que ese tipo de errores podría nulitar el proceso.
El jueves, el Concejo Metropolitano ratificó el contenido de la Ordenanza 047, con lo cual se descartó una modificación en el procedimiento y los plazos que se siguen en el proceso.
Seis organizaciones de taxis ejecutivos tenían prevista una reunión con las autoridades municipales responsables del proceso y representantes de la Policía para analizar la ampliación de la información de los aspirantes, los operativos de control y los supuestos errores en la revisión de requisitos.
La revisión se extiende a los sábados de 08:30 a 14:30, en las terminales de Quitumbe, Carcelén y en Cumbayá.