Llega el mediodía y el locutor de la radio Integración anuncia que los oyentes alisten papel y lápiz para tomar nota. Es el inicio de los espacios clasificados en los que se destacan los anuncios de arriendo de inmuebles.
En Tulcán los arriendos son el pan de cada día. Víctor Anaguano tuvo que trasladarse desde Manta a la capital carchense por un cambio de trabajo. Tardó tres semanas en encontrar un sitio para vivir. “Llamé a un amigo que vive en Tulcán para averiguar sobre precios de arriendos de departamentos. Me dieron tres contactos”. El acercamiento con los tres propietarios se dio y Anaguano se quedó tranquilo.
Él debía ir a conocer los tres inmuebles la siguiente semana para negociar y elegir en el que se quedaría. Sin embargo, cuando se volvió a contactar con los dueños, los tres departamentos ya se habían alquilado.
La solución a su problema fue escuchar los clasificados y contactarse inmediatamente con los anunciantes. Ese mismo día ya arrendó su departamento.
Esa es la historia diaria. Los anuncios de la radio son efectivos, dice Carmen Acosta. Yo ofrecí mi casa al mediodía y a las 15:00 ya estaba arrendada.
Los precios son variables, según el estado y el tamaño del inmueble, explica el arquitecto Byron Gómez. “Hay departamentos que están bien cuidados, son grandes y se ubican en el centro de la ciudad. Por el arriendo de ese bien se puede pagar entre USD 180 y 200”.
Juan Carlos Cabezas, presidente de la directiva del condominio Ponce Enríquez, cuenta que en el total de los departamentos (150) que hay en el proyecto, la mitad de ellos está ocupada por inquilinos. Los inmuebles tienen 83 m², tres dormitorios, sala, comedor, cocina, cuarto de empleada y un baño y medio. El promedio de arrendamiento es de USD 200, sin estacionamiento.
“Los inquilinos pagan un valor de USD 15 por garaje mientras que los propietarios cancelan USD 10”, explica Cabezas.
En la avenida Brasil, la vía que conduce al aeropuerto, los arriendos son más baratos. “Un departamento grande (100 m²), con balcón, garaje, tres dormitorios y estudio, sala, comedor y cocina, dos baños… cuesta USD 150”.
Esto se debe también a la ubicación, añade Gómez. “Están más lejos del centro y por eso se baja el costo de las rentas”.
En la av. Veintimilla, en el ingreso a la ciudad, también es común ver los letreros de “Se arrienda”. Ahí, los inmuebles cuestan entre USD 120 y USD 150 mensuales.
Los inmuebles nuevos también tienen acogida. Frente al colegio La Salle se construyó un edificio. Antes de terminarlo ya los departamentos estaban arrendados. “La demanda es alta”, explica Laura Carrión, una de las inquilinas.
En el sector de la ciudadela 4 de Octubre también hay edificios nuevos que arriendan sus departamentos. “Más que venta, lo que funciona en Tulcán es el arriendo, porque la mayoría de gente que busca un inmueble está aquí de paso. Muchos vienen por trabajo, entonces, lo que necesitan es un lugar en donde quedarse uno o dos años”, añade Gómez.