La versatilidad del pan bao y sus rellenos

Esta tortilla tradicional del Asia admite rellenos de sal y de dulce debido a su sabor neutro. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Esta tortilla tradicional del Asia admite rellenos de sal y de dulce debido a su sabor neutro. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Esta tortilla tradicional del Asia admite rellenos de sal y de dulce debido a su sabor neutro. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Como un ‘snack’. Así se presenta el pan bao. La masa de esta tortilla está hecha con harina, agua, leche, levadura, un poco de aceite, sal y azúcar. Su textura es suave, gruesa y esponjosa, su sabor es neutro y su coloración es blanca.

No se cocina con agua ni al horno ni frita. El vapor de una olla tapada o una tamalera es lo único que se necesita para que esté lista y el tiempo que se toma es de 10 minutos, dependiendo del tamaño.

Este alimento representa para Asia lo que las arepas para Venezuela o los tacos para México, es decir, una tortilla básica que puede ir rellena de un sinfín de ingredientes.

Los rellenos dependen de cada región, sin embargo, el jengibre, la salsa de soya y el aceite de sésamo no pueden faltar, ya que al ser de origen asiático, su sabor principal debe ser agridulce, afirma el chef Julián Vallejo.

El cerdo, por tradición, es una de las carnes perfectas para usarse como condumio interno. Aun así, el chef recomienda dejar volar a la imaginación, ya que el pollo, los mariscos, diferentes vegetales y salsas son otra opción.

Un refrito hecho con cebolla, tomate, pimiento, cebollín, ajo, hierbas aromáticas y especias, sin duda, complementan el sabor de las carnes.

Con él concuerda el director de Culinary Art’s School, Juan Carlos Fernández, quien, además, agrega las preparaciones dulces como mermeladas, chispas de chocolate, salsas, cremas, manjares y demás ‘toppings’ sobre diferentes frutas.

El pan bao es ideal para servirlo como una entrada, que no debe pesar más de 40 gramos o como un canapé, que oscila entre 25 y 30 gramos.

Al tener similitud con un taco también se lo puede preparar como un plato principal de no más de 200 gramos junto con sus guarniciones.

Dependiendo de cuál sea el relleno que la tortilla posea, Fernández indica que se puede maridar con cerveza artesanal, vino blanco o tinto, jugos naturales de diferentes frutas e incluso con agua de hierbas aromáticas.

Ambos chefs concuerdan con que esta receta es sencilla y se la puede realizar en casa.

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