Desde las ocho de la mañana, un incesante grupo de personas en la histórica estación de Grand Central, en el centro de Nueva York, va sumándose a una fila que culmina con una vacuna gratuita contra la covid–19, entre ellos muchos turistas latinoamericanos que han acudido en un viaje exprés a ponérsela.
Nueva York, uno de los polos turÃsticos de Estados Unidos, es el mejor ejemplo de cómo las vacunas contra el covid–19 se están convirtiendo en un reclamo para los visitantes de paÃses en los que el acceso aún es difÃcil, y sus autoridades han enviado un mensaje claro: “Nos aseguraremos de que se vacunan mientras se quedan con nosotros”.
Germán Sánchez llegó el jueves 13 de mayo de 2021 por la mañana desde Colombia, ya vacunado, para acompañar su hija y yerno a ponerse la dosis única de Johnson & Johnson ofrecida por la Gran Manzana, una fugaz visita familiar que durará apenas cinco dÃas y que, asegura a Efe, no es un caso aislado: “Turismo en cantidades, los vuelos repletos, llenÃsimos”.
Su yerno, Andrés Sintura, explica que, teniendo 25 años y ninguna comorbilidad, va a pasar “demasiado tiempo” hasta que le toque el turno en su paÃs, donde los pinchazos están llegando ahora a la franja de edad entre 50 y 60 años, a diferencia de EE.UU., que ha universalizado el acceso por edades y trata de convencer a los indecisos y los que se niegan.
“No preguntan absolutamente nada, como hace unos dÃas, que sà que tenÃas que ser residente. Les conviene que lleguen los dólares aquà y que la gente conozca, también. Y, listo, si le hacen el favor, perfecto”, comenta su suegro, precisamente mientras Nueva York trabaja en la mayor campaña turÃstica de su historia para reactivar su economÃa.
Pasaporte a mano
El único requisito es una identificación con foto, nombre y fecha de nacimiento, explican agentes de la PolicÃa que supervisan esta iniciativa piloto de vacunación que está recibiendo unas 300 personas diarias, muchas de ellas con la maleta y el pasaporte en la mano, y que tiene perspectivas de ampliarse a partir de este fin de semana.
Unos megáfonos llaman a los transeúntes cada varios minutos avisándoles de que se ofrecen los pinchazos sin cita previa, por lo que pasar casualmente por allà fue la suerte de un matrimonio de Guatemala que vino de visita dos semanas a varias ciudades Estados Unidos y temÃa volver sin inmunizarse a su paÃs, donde la campaña es lenta.
“Es un viaje de vacaciones con mi esposa y tenÃamos pensado vacunarnos si encontrábamos la oportunidad, y aquà en Grand Central la encontramos. Fue complicado, más que todo para turistas y con solo una dosis, que es la que querÃamos”, explica uno de ellos, Dennis Alvarado, quien ha visitado Boston y tiene planeado dirigirse a Connecticut.
En apenas cinco minutos, la pareja es atendida por un empleado sanitario que les hace las preguntas protocolarias en español, y su esposa, Gina, dice haberse quitado “un peso de encima” mientras repasa el video del proceso que ha grabado como recuerdo del viaje en su celular.
Este punto de vacunación abierto a turistas se suma a otros en estaciones de metro y a las unidades móviles que el alcalde, Bill de Blasio, ha anunciado que se establecerán en Times Square, el puente de Brooklyn, Central Park o el High Line, que eran lugares de peregrinaje para los visitantes antes de la pandemia y ahora recuperan su algarabÃa.
Incentivos versus privilegio
Con un 35% de la población de EE.UU. completamente inmunizada y casi la mitad del paÃs habiendo recibido al menos un pinchazo, el uso de incentivos para convencer a los restantes ciudadanos –cervezas, entradas para museos, sorteos de dinero– contrasta con la dificultad de conseguir una vacuna fuera de sus fronteras, donde es casi un privilegio.
Según la prensa, agencias de viajes por toda Latinoamérica ya gestionan visitas para que los turistas se vacunen contra el covid-19 en EE.UU., y se observa un claro flujo de mexicanos hacia destinos sureños como Texas, Arizona y Luisiana, que iniciaron la inmunización sin restricciones ni el registro del estado migratorio de los pacientes.
En Florida, que durante la pandemia ha atraÃdo muchos visitantes nacionales por su laxo enfoque, la polémica sobre el “turismo de vacunación” llevó a las autoridades a imponer el requisito de presentar prueba de residencia, pero a medida que hay más población inmunizada y una abundancia de vacunas se trata de una manera más relajada