La tecnología, el papel y más se reciclan en Quito

Uno de los puntos fijos se ubica en la entrada al Jardín Botánico. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Se acerca el regreso a clases y para muchos es el momento de deshacerse de cuadernos viejos, útiles escolares y aparatos electrónicos. Algunos de estos materiales podrían ser reciclados ante la posibilidad de adquirir nuevos equipos.
En Quito existen 20 puestos (16 móviles y 4 fijos) en los que se puede depositar los residuos considerados como peligrosos. Este término incluye focos, pilas, lacas, pinturas, medicinas caducadas y pequeños electrónicos.
Santiago Andrade Piedra, gerente general de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs), explica que todos los días se generan alrededor de 23 toneladas de este tipo de residuos.
En el caso de los pequeños electrónicos como teclados, laptops, calculadoras y celulares, se realiza un proceso de molienda. El plástico sólido y los chips son recuperados para que después puedan ser aprovechados por las empresas.
Las placas de los computadores, por ejemplo, contienen generalmente metales como plata y cobre, mientras que muchos microprocesadores están cubiertos de oro. Cuando los computadores están operativos, estos metales permiten una adecuada conducción eléctrica, pero cuando ha pasado la vida útil del dispositivo, estos pueden ser aprovechados nuevamente.
La empresa tienen un año, desde la recolección de los residuos electrónicos, para mantenerlos en las bodegas, con paredes de concreto seguras que impiden que haya fuga de cualquier tipo de material.
Pasado ese período, existen dos opciones: en el primer caso, se evalúa la posibilidad de contratar un gestor local que tenga la tecnología para trabajar estos residuos.
Tras esta primera evaluación, y en caso de que no se encuentre una alternativa local, este tipo de desechos son exportados a Holanda o Alemania, que son los países que tienen la tecnología adecuada para el tratamiento de este tipo de materiales.
En el caso de materiales más tradicionales como el papel bond, periódico o cartón también deben ser separados para que después pueda ser reutilizados. Existen varias opciones para su aprovechamiento.
Se los puede entregar a un gestor ambiental del sector, otra opción es llevar el papel a los Centros de Educación y Gestión Ambiental (Cegam) o puede acudir a los Puntos Limpios ubicados en varios sectores. Para conocer dónde están localizados, debe visitar la página Web de la Emgirs.
El papel y cartón son acopiados en los Cegam. Allí trabajan los gestores ambientales, quienes clasifican el material y compactan los elementos aprovechables para que después sean comercializados. Esto, además de contribuir a la reducción de la huella ecológica, representa un recurso para los gestores ambientales.