El uso excesivo de artefactos tecnológicos en la crianza puede llevar a una dependencia en el futuro.
Las empresas tecnológicas apuntan su mercado a los padres de familia primerizos. Con productos enfocados en facilitar el cuidado de los infantes desde su nacimiento hasta los primeros años de crecimiento, han captado miles de adeptos en el mundo.
Medias inteligentes, portabiberones con conexión a celular e incluso un traductor de llanto son algunos de los productos que han salido recientemente al mercado con la promesa de ayudar a los padres en la crianza de sus hijos. Pero, ¿realmente facilita el trabajo de los padres primerizos? ¿Cuáles son las repercusiones en el crecimiento de los menores?
Para Viviana López, madre de Benjamín (10 meses), la tecnología ha sido importante en el cuidado de su pequeño. Ella admite que ser madre por primera vez es una experiencia llena de alegría pero también de miedo e incertidumbre.
Estos aparatos la ayudaron con sus dudas los primeros meses y le brindaron tranquilidad, pero afirma que no son fundamentales.
La psicóloga Nadia Goren explica que estas innovaciones tecnológicas ayudan a los padres a tener un mayor control de los hijos; sin embargo, existe la posibilidad de que se conviertan en padres paranoicos.
Ahora pueden conocer el ritmo cardíaco, presión, temperatura, respiración, etc. Pero al mínimo cambio, así sea leve, los padres se asustan más de lo que deberían. Para la experta, estas aplicaciones mantienen a los primerizos sin descansar, revisando todo el tiempo posibles alteraciones en sus hijos.
Según Goren, el uso de estos artefactos puede repercutir en el desarrollo y crecimiento del menor. La falta de contacto con los padres en las primeras etapas puede afectarlos en los emocional, en su seguridad, confianza, autoestima e
incluso ser un factor en el desarrollo de la timidez posterior en los niños.
Para Magdalena Romero, madre de Juan (1 año), la tecnología la ha ayudado mucho. El uso del monitor, que conecta su señal al celular, le permite observar los movimientos de su hijo, sin necesidad de estar en el mismo espacio físico. Esto le ha permitido estar tranquila mientras trabaja o cuando está fuera de casa.
Goren admite que la tecnología es parte de las sociedades en la actualidad, por lo tanto “no se puede ir en contra de la marea” y puede ser útil, siempre y cuando sea manejada de manera correcta, sin abusar ni llegar a caer en los extremos.
Sin embargo, Virginia Guerrero, psicóloga clínica, explica que el uso de la tecnología afecta al sentimiento de apego entre padres e hijos. La necesidad de protección o el pensar “este bebé depende de mí” se puede perder, dejando todo a cargo de las innovaciones tecnológicas.
Aunque la médica considera que el uso de estos artefactos en la infancia no inciden directamente en la personalidad del niño, en el futuro.
Aún es muy temprano para sacar conclusiones sobre el efecto de estas creaciones en el futuro de los menores, ya que son artefactos que recién están saliendo al mercado. Guerrero recomienda seguir de cerca la crianza de sus hijos y no dejarla únicamente la responsabilidad a estos aparatos, para no perder el contacto necesario.
Owlet Smart Sock
Las medias para los bebés tienen un dispositivo que controla y monitorea los signos vitales del infante y que da alertas a través de una aplicación celular.
Smart Diaperse
Los llamados pañales inteligentes permiten detectar infecciones urinarias, problemas en el riñón y deshidrataciones en el organismo del bebé.
All-in-one
El monitor para vigilar a los infantes conecta su señal a los teléfonos con sistema operativo Android. Funciona con Internet, wifi y Bluetooth.