Conozca estas tres técnicas para identificar animales

Evelyn Guerrón se dedica desde hace ocho años a ayudar a los animales que viven en las calles de Quito. Desde hace tres, implementó el proyecto ARES. Foto: Cortesía Evelyn Guerrón/RIE

Evelyn Guerrón se dedica desde hace ocho años a ayudar a los animales que viven en las calles de Quito. Desde hace tres, implementó el proyecto ARES. Foto: Cortesía Evelyn Guerrón/RIE

Evelyn Guerrón se dedica desde hace ocho años a ayudar a los animales que viven en las calles de Quito. Desde hace tres, implementó el proyecto ARES. Foto: Cortesía Evelyn Guerrón/RIE

Los chips, los tatuajes y pequeños cortes en orejas se han convertido en herramientas para monitorear a perros y gatos callejeros y evitar sobrepoblación. Estas son las tres de las técnicas más utilizadas a escala internacional para tener un registro de fauna esterilizada.

Ambas se aplican también en ciudades del país como Quito. En el caso de los dispositivos, estos son incrustados en la piel de una forma en la que no sean rechazados.

Si el veterinario quiere saber si el animal tiene un chip, debe utilizar un detector. Cristina Cely, veterinaria zootecnista, explica que lo complicado de este método es que todos los especialistas deberían contar con el mismo tipo de lector.

La unificación del sistema y del programa es difícil y más costosa. Por eso, la opción de marcar con un pequeño tatuaje a los perros es una forma adecuada de registrarlos, sin causarles daño.

Una iniciativa en Quito aplica esta técnica para tener un registro de los animales que ya han sido esterilizados. Dos letras dibujadas en el abdomen de los perros indican que estos ya pasaron por el procedimiento veterinario.

Evelyn Guerrón, representante de la organización Rescate Independiente Enao (RIE) y creadora de la iniciativa, explica que esta práctica es una modificación de la técnica tradicional, conocida como “atrapar, esterilizar y soltar”.

En este caso, contempla cuatro pasos, ya que los tatuajes son utilizados para registrar al animal, previo a su liberación.

Guerrón explica que estos perros, especialmente las hembras, son operados varias veces en su vida debido a la falta de registros. En muchos casos, los veterinarios se dan cuenta,durante el proceso quirúrgico, de que el animal ya está esterilizado. Esto representa gastos y dolores innecesarios para los animales callejeros.

El procedimiento de marcaje se inicia cuando el animal sale de cirugía. Aprovechando que aún está bajo los efectos de la anestesia, los rescatistas tatúan a los perros empleando todos los instrumentos de bioseguridad para que no sientan dolor. Esto es diferente a tatuar al animal por fines recreativos, lo que sí puede ser considerado como un maltrato.

En el caso de los felinos, se aplica la técnica conocida como ‘ear tipping’, que consiste en realizar un pequeño corte en la oreja izquierda. Guerrón explica que esto tampoco produce dolor y es una norma internacional para su monitoreo.

Durante estos tres años, alrededor de 1 160 perros y gatos han sido parte de esta iniciativa, que se sustenta en la autogestión. En el Día Internacional del Perro Callejero, que se celebró el 27 de julio, Protección Animal Ecuador (PAE) entregó un reconocimiento a Guerrón por su iniciativa.

Lorena Belollio, directora de la PAE, considera que este es un método efectivo, sobre todo en zonas donde la concentración de animales callejeros es alta y no es viable retirarlos del espacio público.

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