Las prendas térmicas pueden provocar daños orgánicos y lesiones musculares

La deshidratación acelerada, provocada por la ropa térmica durante el ejercicio, conlleva riesgos como calambres, náuseas, vómitos, mareos y más. Foto: Pixabay

La deshidratación acelerada, provocada por la ropa térmica durante el ejercicio, conlleva riesgos como calambres, náuseas, vómitos, mareos y más. Foto: Pixabay

El uso de ropa térmica, para sudar más al hacer ejercicio, puede ser perjudicial para la salud según los especialistas. Foto: Pixabay

Muchas personas arriesgan su salud por el deseo de bajar de peso de forma rápida. Se utiliza ropa térmica mientras se hace actividad física. Sin embargo, su uso prolongado puede causar deshidratación, desmayos y otras complicaciones en la salud. Los atajos para alcanzar un peso saludable son innecesarios.

El médico deportólogo Tomás Cervantes menciona que las prendas favoritas para bajar kilos suelen ser ajustadas, se usan tejidos antitranspirantes, fajas, e incluso conoce de personas que se envuelven en plástico de cocina para trotar. Todo esto con el fin de transpirar más.

Cervantes previene que las prendas ajustadas no dejan que la sangre circule, los músculos involucrados no responden de manera adecuada por falta de oxigenación y se debilitan. Además, la ropa ceñida para ejercitarse evita que fluyan la grasa y sudor, haciendo que estas alimenten a los gérmenes y estos proliferen.

Por otro lado, el especialista alerta que el calor corporal excesivo puede ocasionar algunas enfermedades. Cuando se recalienta el cuerpo se pierde más líquido que grasa en poco tiempo, así como sales y minerales necesarios para el organismo.

Esta deshidratación acelerada, provocada por la ropa térmica durante el ejercicio, conlleva riesgos como calambres, náuseas, vómitos, mareos, cansancio prematuro e incluso desmayos. Además, la humedad, el roce y el exceso de calor que provocan las prendas térmicas irritan la piel y la inflaman. Los poros se obstruyen porque no se deja que la piel respire.

En el caso de las mujeres, el uso de prendas térmicas muy ajustadas al cuerpo propicia infecciones vaginales. Al aumentar la secreción y flujo se altera la flora natural, y a consecuencia de ello pueden proliferar los hongos.

La deshidratación acelerada, provocada por la ropa térmica durante el ejercicio, conlleva riesgos como calambres, náuseas, vómitos, mareos y más. Foto: Pixabay

La Asociación Nacional de Entrenadores de Atletismo de Estados Unidos precisa que cada persona que practica ejercicio tiene características específicas y cada organismo necesita de un período de tiempo determinado para funcionar a su máxima capacidad. Acelerar todo este proceso puede llegar a ser contraproducente y exponer al deportista a daños orgánicos y lesiones musculares.

Dhyana Van der Pols, jefe de innovación de textiles y producción de la Federación Mundial de la Industria de Productos Deportivos, le dijo a la BBC que un cuerpo suele calentarse normalmente en un lapso de ocho minutos. Las vestimentas deportivas modernas impulsan el calor, lo que permite un calentamiento en menos de cinco.

Afirma que el punto es que la gente quiere apurar su metabolismo aumentando la temperatura del cuerpo. Al lograrlo de una manera más rápida puede intensificar la quema de energía, y por ende aumentar la pérdida de calorías.Van der Pols advierte que todo ejercicio debe ser progresivo, sin excesos.

Para ella la ropa térmica tiene que ver con “el aprovechamiento del tiempo". La gente quiere estar activa, pero no está dispuesta a pasar cuatro horas en el gimnasio y altera su metabolismo sudando inapropiadamente, en exceso. La experta recomienda encontrar un balance y no abusar de la ropa térmica.