Cada 3 de junio se celebra el Día Mundial de la Bicicleta, fecha que fue promulgada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el 2018. El objetivo fue resaltar que se trata de un medio de transporte simple, asequible, limpio y ambientalmente sostenible.
La bicicleta, que fue inventada a mediados del siglo XIX, dio como resultado un medio de transporte ecológico, sencillo de usar y que promueve la salud con la práctica de ejercicios. Además, según menciona la ONU, “la bicicleta contribuye a un aire más limpio y con menos congestión y hace que la educación, la atención de la salud y otros servicios sociales sean más accesibles para las poblaciones más vulnerables“.
También es considerada como “un sistema de transporte sostenible que promueve el crecimiento económico, reduce las desigualdades y refuerza la lucha contra el cambio climático. Eso es fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible“.
La iniciativa para reconocer a la bicicleta fue promovida en el 2015 por el sociólogo y ciclista polaco-estadounidense, Leszek Sibilski, recoge el portal Infobae. Con la publicación de un artículo titulado El ciclismo es asunto de todos, Sibilski dio el primer paso para que se designe un día para homenajear a la bicicleta.
El ciclista recibió el apoyo de la Representación de Turkmenistán ante las Naciones Unidas y así el 12 de abril del 2018 se obtuvo el apoyo de 193 países para que se establezca el 3 de junio como Día Mundial de la Bicicleta.
Además de tratarse de un medio de transporte que no genera ningún impacto ambiental, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la bicicleta “ayuda a proteger las articulaciones y a quemar calorías, combate el dolor de espalda, fortalece el sistema inmunológico y reduce los niveles de cortisol, una hormona vinculada al estrés”.