Un niño de 2 años con alteraciones cardíacas tuvo que ser hospitalizado -hace dos semanas- tras recibir una sobredosis de cetirizina. Es un fármaco utilizado para el tratamiento de la alergia. ¿Quién se los suministró? “Su madre”, confirma la médica pediatra Martha Jiménez.
A esa acción, común en el mundo, se le conoce como medicación por ‘poderes’. Se fundamenta en la interpretación subjetiva que hace de los síntomas la persona responsable del menor. “Que en la mayoría de los casos son las mamás”, advierte la especialista.
En España, según un estudio publicado en la revista de la Asociación Española de Pediatría, la injerencia de esa figura del hogar llega al 90%. Ahí también se afirma que el 32% de los menores que acuden a urgencias “han sido automedicados previamente”.
La cifra alarma a los galenos que a diario luchan para que, tras la presencia de algún síntoma, los padres lleven a sus hijos a la consulta médica. “He visto morir niños por falta de atención”, dice Jiménez.
Los riesgos
Son varios y dependerán del tipo de medicamento que ingiera el pequeño. Una sobredosis de ibuprofeno, por ejemplo, puede generar daños hepáticos y renales en niños, adolescentes y hasta en personas adultas. Curiosamente, se trata de un fármaco muy común en el botiquín de los ecuatorianos; es de venta libre.
Se lo utiliza para reducir la fiebre y aliviar los dolores generados por una cefalea, artritis…
Hay otros medicamentos que, en cambio, alteran al corazón, y otros que causan convulsiones.
Otro de los riesgos es que la medicación por ‘poderes’ enmascara a la enfermedad de origen, evitando un diagnóstico oportuno y temprano. “Muchos niños llegan intoxicados, con su dolencia real agravada”, menciona María Luisa Félix, pediatra y subdecana de la Universidad UTE.
Consulta médica
Es fundamental. El médico general o médico pediatra están capacitados para determinar la dosis exacta, según la edad del menor. El cálculo se lo hace por kilo de peso; se lo conoce como dosis ponderal.
Esa, aclara Jiménez, varía según la presentación del fármaco: pastillas, inyectables, jarabe… De ahí también la importancia de fijarse bien en la receta.
La madre del niño de 2 años que llegó a la sala de emergencias hace 15 días intoxicó a su hijo tras confundir la presentación del medicamento y multiplicar por 20 la dosis recomendada por el médico.
“Le dio gotas en lugar del jarabe. Por favor, si tienen dudas pregunten. Para eso estamos nosotros”.
Plantas medicinales
Aunque su uso forma parte de la cultura popular, las aguas de manzanilla, anís, orégano y más se deben evitar, porque también pueden generar daños hepáticos y renales.
Jiménez ha visto fallecer a niños por intoxicación con plantas.
“Su cuerpo metaboliza y elimina las sustancias de otra forma, diferente al de los adultos”.
Esa intoxicación puede producirse tras ingerir la bebida o incluso luego de un baño. Su piel tiene la capacidad para absorber los componentes de la planta.
Medicinas caducadas
La intoxicación también ocurre por la ingesta de fármacos caducados. Por alguna razón, la gente se resiste a desechar el medicamento luego de cumplir el tratamiento. Lo guardan, por ejemplo, para dárselo a una tercera persona.
De acuerdo con el estudio publicado en la revista de la Asociación Española de Pediatría, se comprobó que la frecuencia de automedicación se asocia significativamente con el número de hijos, siendo más frecuente en las familias numerosas (más de tres hijos).
Tome nota
La fiebre en un recién nacido es motivo de hospitalización, según los especialistas. No pierda tiempo. Está prohibida la ingesta de cualquier medicina. Se recuerda que hasta los 6 meses se sugiere lactancia materna exclusiva.
Entre los síntomas
más comunes de una sobredosis están la pérdida de conciencia, convulsiones, dificultad para respirar, cambios de coloración en la piel, vómitos. Los expertos aclaran que todo dependerá del tipo de medicamento.
En la lista de medicinas de riesgo están los antibióticos, antiinflamatorios, analgésicos, antiparasitarios, antidiarreicos, antitusígenos. A los últimos, las personas lo utilizan para calmar la tos. Son letales en caso de que el niño presente una neumonía.
Recuerde que con la valoración médica oportuna se reduce significativamente el riesgo de complicaciones y hasta de muertes. Hay medicamentos, como el paracetamol, cuya dosis terapéutica se acerca o es muy parecida a la tóxica.
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