‘Reticencias’, lecturas artísticas sobre el silencio

'Aquí no, pueden vernos' es una fotografía trabajada por Berenice Heredia y forma parte de 'Reticencias'

El silencio expande las posibilidades. Esta es una de las premisas que atraviesa a la muestra ‘Reticencias’, que incluye el trabajo de 13 artistas, quienes en formatos como la fotografía, la escultura y la pintura hablan sobre las distintas formas de plantear(se) la(s) sexualidad(es).
El punto de partida de esta exposición es el trabajo que, en el 2007, llevó a la censura a Santiago Reyes. ‘Eric et moi dormant’, una fotografía en la que aparecen dos hombres apaciblemente dormidos en una cama, fue objeto de críticas por parte del Departamento de Control Urbano del Municipio de Cuenca, en el marco de la IX edición de la Bienal de Arte de esa ciudad.
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Es la labor por silenciar a la obra de arte lo que ahora une a los trabajos de los artistas: Berenice Heredia, Byron Toledo, Christian Proaño, Santiago Reyes, Graciela Guerrero y Anthony Arrobo. A ellos se suman María Emilia Escudero, Sam Brown, Priscila Urdiales, Daniela León, Johanna Villavicencio, Vanessa Morocho, y Mazhyx Orellana.
Aun cuando ‘Reticencias’ es la propuesta artística del Orgullo Glbti 2014, en este espacio no se propone el activismo como la media para juzgar a las piezas. Antes que haber una postura política en torno a los derechos de una minoría del país, la exposición pone en evidencia un vacío existente en la historia del arte en el Ecuador.
Y es que en las historias oficiales, temas como el feminismo, lo queer, el posporno o el género han permanecido ocultos a los ojos de los críticos.
La presentación de estas obras (de las 45 que postularon para un espacio dentro de la muestra) evidencian que los artistas ecuatorianos están indagando en asuntos que: 1) no pertenecen exclusivamente al discurso dentro de las academias; 2) de lo que se exhibe en las grandes galerías; 3) o que bien se exporta como bienes culturales y/o patrimoniales bajo el beneplácito del Estado.
Esta es la tercera ocasión en la que se plantea la muestra. Y si bien en años anteriores se realizó una convocatoria abierta para artistas de todas partes, en este año se ha preferido mirar hacia el interior, en una suerte de ejercicio de autocrítica.
Para Eduardo Carrera, curador de ‘Reticencias’, las obras no solo hablan de uno u otro artista. En conjunto, el material audiovisual que se produce a partir de su exhibición son un primer testimonio de las problemáticas que se plantean dentro de una comunidad.
Por ejemplo, en la fotografía ‘Aquí no, pueden vernos’, de Heredia, no solo se plantea el discurso en torno a las expresiones afectivas entre parejas de mismo sexo.
También consiste en una crítica al uso del espacio público y las políticas que se tejen cuando la gente transita en éste.
En esa misma línea se presenta ‘Tras la cortina’, de Vanessa Morocho, que consiste en una fotografía del proceso de cambio de una mujer en un ‘drag king’.
Tapada el rostro y con vendas en su torno, ella-él (pues se encuentra en medio camino de su transformación) proyecta cierta idea de las restricciones frente a lo distinto.
A lo largo de los años se siente un cambio en la curaduría de la muestra. Carrera, quien ha trabajado en las anteriores ediciones, comenta que hay menos caos en la selección de obras que en otras ocasiones. El hilo conductor deja de ser la novedad de lo Glbti para comenzar a teorizar sobre esto.
Expertos como Alfredo Sánchez, especializado en Teoría Estética e Historia del Arte, comenta que la “muestra Glbti” (como se conoce informalmente a este proyecto expositivo) ha permitido elaborar nuevos espacios de discusión en torno al arte nacional. “Si hay un público que mira esto, entonces eso significa que el concepto de lo artístico se encuentra renovándose”, dice.
Espacios de resistencia
‘Reticencias’ se une a las propuestas que actualmente se están elaborando en la ciudad en torno a las diversidades (sexuales, de pensamiento). Proyectos como Pacha Queer, Dionisios o la Bienal Contranatura son ejemplos de cómo artistas, teóricos y gestores se encuentran erigiendo nuevos espacios de discusión.