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Quito empieza su camino de ciudad inteligente

Plaza de la Independencia en Quito. Foto: EL COMERCIO

Plaza de la Independencia en Quito. Foto: EL COMERCIO

Plaza de la Independencia en Quito. Foto: EL COMERCIO

Si en el siglo XX las ciudades se diseñaban en torno al auto, en la actual centuria lo hacen a partir de los teléfonos inteligentes. Tal es la propuesta de Ben Hammersley, uno de los divulgadores de tecnología de mayor prestigio de Inglaterra y autor de ‘64 cosas que debes saber sobre la era digital’.

La cuestión es que el usuario logre acceder, desde cualquier punto de la urbe, a los servicios que esta pueda ofrecerle: información de transporte público, aplicaciones para reconocer lugares históricos, datos en torno a las horas y los sitios de mayor índice de asaltos.Todo debería estar al alcance del ciudadano con tal solo sacar el dispositivo de su bolsillo.

Pero para lograr un modelo como este, uno de los primeros requisitos es conseguir altos niveles de conectividad entre los usuarios y la Red. Según información publicada por Datos Abiertos Quito, un 75,42% de quienes viven en la ciudad utilizan un teléfono móvil. Y a escala nacional, según el INEC, hasta el 2013, un 16,9% de la población poseía un teléfono inteligente. A pesar de que esta última cifra pareciese escasa, hay que tomar en cuenta que va en aumento si se la compara con el 8,4% que se registraba para el 2011.

A criterio de Mauricio Desdier, encargado de Marketing Estratégico para América Latina de Alcatel-Lucent, la planificación de las ciudades en la actualidad debe tomar en cuenta dos factores fundamentales: el incremento de esta población con dispositivos inteligentes (él añade, además de los celulares, las tabletas) y la migración masiva de la gente del campo a las metrópolis. “Desde este punto de vista, se tiene que crear una forma para hacer mucho más ágil y más ligera toda la carga de servicios y de responsabilidades del ciudadano con el gobierno y del gobierno con la ciudad”. Añade que “con la ayuda de las funciones móviles, la nube e Internet, podemos tener una red distribuida de una ciudad basada en una ‘smart grid’ para atender una infinidad de necesidades”.

Pero ¿por qué los teléfonos inteligentes son los grandes protagonistas en la planificación de las ciudades? Marcelo Espín, experto en robótica, explica que estos dispositivos dejan su estatus de “popularidad” para convertirse en una necesidad entre los usuarios. A su criterio, modelos como el de Singapur permite observar cómo el comportamiento de los usuarios van cambiando según los servicios para ‘smartphones’ que ofrece la ciudad: la transportación se vuelve más ágil debido a que las personas desbloquean sus pantallas y saben los horarios de sus líneas; el tráfico vehicular es fácil de manejar para los conductores ya que saben en tiempo real lo que sucede en las calles; la gente sabe cómo actuar en caso de emergencia gracias a las alertas que recibe en sus dispositivos.

Elio Espinoza, de Level 3 Ecuador, comenta que en el país ya se están dando pasos para optar por esta clase de diseño de ciudades inteligentes. En el caso de Quito, él señala que los puntos ‘wifi’ abiertos que puso a disposición el Municipio son una ayuda para aquellos usuarios que en determinadas zonas no logran acceder a los servicios de sus operadoras telefónicas. De este modo se consigue que estos estén conectados en todo momento.

Desdier, Espín y Espinoza apuntan que si bien los teléfonos inteligentes y los servicios y herramientas que se desarrollan en torno a los usuarios de estos adquieren relevancia en la planificación territorial latinoamericana, eso es tan solo un pequeño aspecto de la gran tecnología que sustenta estas urbes.

Edificación que pueda ser controlada a partir de aplicaciones desarrolladas para dispositivos.

Desechos inteligentes para clasificar rápida y efectivamente
los desperdicios de la ciudad.

Aplicaciones que agrupen toda la información sobre los servicios con los que cuenta la urbe.

Transportación que reporte el movimiento de sus unidades para conocimiento del usuario.

Control ambiental cuya data esté disponible, por ejemplo, para los servicios de salud.

Conectividad continua, sin necesidad de las operadoras como únicas proveedoras de datos.

Desarrollo 

Los ‘smartphones’ se convirtieron en los primeros motivadores del modelo de crecimiento urbano del siglo XXI. Expertos analizan la conectividad frente a la región y al mundo.