Siete voluntarios organizan actividades culturales y filman la cotidianidad de la gente de esta localidad de Chimborazo. Foto: cortesía
Cambiar la vida de la gente por medio de las actividades culturales es el objetivo de siete jóvenes canadienses, voluntarios del Centro de Solidaridad Internacional de Canadá. Ellos organizan funciones de cine, enseñan danza y hacen filmaciones en la comunidad La Moya, situada en Calpi, a 20 minutos de Riobamba.
Tres películas documentales serán el resultado del año del voluntariado que los jóvenes concluirán en dos semanas. Los filmes mostrarán el turismo comunitario, el rol que cumplen las mujeres como artesanas, madres, y pilares fundamentales de sus familias.
“La idea es que, con estas películas, la gente en todo el mundo sepa que hay una comunidad en las faldas de Chimborazo que tiene mucho para ofrecer, para que así lleguen más turistas”, dice Daniel Boivn.
Los videos se difundirán en redes sociales y también se proyectarán en el restaurante comunitario Urkukunapak Wasi. Serán un homenaje a la hospitalidad de la gente de la comunidad y a las mujeres.
“Nos impactó mucho cómo las mujeres de los andes cuidan a su familia, salen a pastorear a sus animales, cocinan en sus casas y al mismo tiempo son las promotoras y ejecutoras del proyecto de turismo comunitario”, dice Boivn.
La faceta que cumplen como artesanas también se mostrará en los filmes. Ellas elaboran prendas con fibras de alpaca.
Los voluntarios las acompañaron durante todo el proceso de manufactura, desde la crianza de los camélidos en sus hogares, el corte de lana y el procesamiento de las fibras.
Llevar el arte a la comunidad es otro propósito del grupo. Ellos organizan proyecciones de cine en conjunto con la fundación Arte Nativo.
En la comunidad no solo se han proyectado filmes que muestran las realidades de otras comunidades indígenas del país, sino películas que no están relacionadas con la temática intercultural.
“Queremos romper el estigma de que en las comunidades solo podemos mostrar películas indígenas”, dice Piedad Zurita, directora de la Fundación Arte Nativo y del Festival de Cine Kunturñawi.
Después de cada proyección se abre un foro para compartir las impresiones de la gente. “Hemos logrado que se sientan más identificados con su comunidad y con su etnia al mostrarles otras realidades del mundo”, dice Zurita.
Un nuevo grupo de voluntarios canadienses llegará a La Moya en un mes. Ellos tendrán nuevas funciones vinculadas con el arte.