El Niño Viajero visita a sus devotos antes del pase de Navidad

La bendición de los panes y la chicha del pase se cumplió del 25 de octubre, en la iglesia del Carmen de la Asunción. Fotos: Lineida Castillo / EL COMERCIO

La bendición de los panes y la chicha del pase se cumplió del 25 de octubre, en la iglesia del Carmen de la Asunción. Fotos: Lineida Castillo / EL COMERCIO

La bendición de los panes y la chicha del pase se cumplió del 25 de octubre, en la iglesia del Carmen de la Asunción. Fotos: Lineida Castillo / EL COMERCIO

En la entrada del Monasterio del Carmen de la Asunción, de la capital azuaya, una banda de pueblo alegró con villancicos. En el altar, más de 200 panes y chicha rodearon la imagen del Niño Viajero.

Así se cumplió, el pasado 25 de octubre del 2019, la eucaristía de la bendición de estos alimentos, que se ofrecen gratuitamente a los participantes del Pase del Niño Viajero, que se realiza cada 24 de diciembre en Cuenca.

Ese acto también marcó el inicio de las actividades culturales y religiosas programadas por la Arquidiócesis de Cuenca y por las madres Carmelitas. Ellas son las custodias de la imagen, tallada en 1823.

El Pase del Niño Viajero es una de las tradiciones cuencanas más ricas y diversas, porque muestra el sincretismo de la religiosidad y las costumbres. La figura central es la imagen del Niño con los personajes bíblicos como José y María. También hay ángeles, pastores y Reyes Magos.

Y se enriquece con las bandas de pueblo, danzas folclóricas de las diferentes etnias y carros alegóricos adornados con alimentos y golosinas.

Además de la bendición del pan y la chicha, hasta ayer, 17 de noviembre del 2019, una réplica de la imagen del Niño Viajero visitó espacios públicos y familias para comprometer a los devotos a que participen en el desfile del 24.

Por primera vez, los comerciantes del mercado 10 de Agosto y del asilo Miguel León serán los priostes principales. Por eso, el pasado 26 de octubre la imagen –vistiendo una túnica rosada con detalles dorados– llegó al mercado.

El alcalde de Cuenca, Pedro Palacios (izq.), y el arzobispo cuencano, Marcos Pérez (tercero), con la imagen del Viajero.

Diana Cárdenas lució el traje típico de la Chola Cuencana e ingresó con la imagen en sus brazos. La banda de pueblo entonó los villancicos en el mercado y los comerciantes paralizaron sus actividades para recibir “al Rey”, como le llamó la vendedora Rosa Guamán.

Otros no paraban de lanzarle pétalos, soltar globos o santiguarse a su paso. Todos querían tocar al Niño para recibir su bendición. Con ello empezó el recorrido de la réplica por barrios, parroquias, comunidades e instituciones públicas y privadas. Ayer, 17 de noviembre, el recorrido cerró en la casa de la exvicealcaldesa de Cuenca, Ruth Caldas, en la parroquia Ricaurte.

El 2 de diciembre, la imagen estará en el Municipio y el 13 será el pregón del Pase con la participación de centros educativos religiosos, que recorrerán las calles céntricas de la ciudad. Finalmente, habrá una misa campal a las 12:00, en la plazoleta de Las Flores.

Ese día también se iniciará la preparación del pan, la chicha y las fundas de caramelos en las casas de la familia Pulla, quienes mantienen esta tradición.
Estos alimentos se reparten entre los niños que participan disfrazados.

Carmela Llivipuma Pulla, con ayuda de unas 15 personas, preparará más de 30 000 panes y fundas de caramelos. Los más de 500 priostes -entre ellos comerciantes- colaboran con la materia prima.

Para el 23 de diciembre está prevista la ceremonia religiosa de relevo de padrinos en la Catedral de la Inmaculada Concepción. Pasará de manos del Ejército a la Policía.

En la misma iglesia, a las 08:00 del 24 de diciembre se cumplirá la eucaristía de inicio del Pase del Niño. Luego, la imagen irá hasta la iglesia de San Sebastián, en la calle Bolívar, donde habrá un altar.

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