Las ‘miniballs’ aportan inestabilidad a los músculos centrales. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
Para relajar, ganar estabilidad y para activar los músculos más ocultos del cuerpo –sobre todo los del ‘core’– sirven los entrenamientos con las ‘miniballs’, unas pequeñas esferas de diversos colores y de contextura suave, agradable al tacto. El tamaño oscila entre los 30 y 35 centÃmetros de diámetro.
Las rutinas de ejercicios se desprenden del método Pilates, que fusiona posturas del yoga con movimientos de gimnasia. El impacto es mÃnimo y por esa razón es ideal para las personas de la tercera edad y para personas con molestias en la zona lumbar o rodillas. Todas las posturas se realizan sobre una base plana.
Con las ‘miniballs’, los participantes ejecutan abdominales, flexiones y una variedad de ejercicios para también activar los músculos del tronco inferior. La clase dura entre 45 y 60 minutos.
Se trata de un encuentro exigente, pues al ser un elemento ‘inestable’ el participante necesita mayor concentración y coordinación. Los músculos se esfuerzan el doble por mantener una postura o cumplir con un movimiento.
De acuerdo con el instructor venezolano Carlos Zorrilla, el solo hecho de colocar la pelota debajo de la espalda o detrás de la rodilla implica un mayor trabajo para los músculos.
Las clases se diseñan en función de las necesidades de los participantes, pues la práctica constante también alivia dolores musculares y corrige la postura, un problema que padecen las personas que mantienen una mala posición durante la mayor parte del dÃa: secretarias, telefonistas y demás.
El encuentro es dinámico e interactivo, pues los participantes desarrollan la rutina de posturas junto al entrenador y acompañados de melodÃas que estimulan la práctica de la actividad fÃsica.
De allà la importancia de contar con la guÃa de un experto, pues según el fisioterapista Luis Rojas, la mayorÃa de lesiones en el mundo del deporte se producen por el desarrollo de movimientos o posturas sin la técnica adecuada y las partes más afectadas del cuerpo son, precisamente, las rodillas y la parte baja de la espalda.
Antes de iniciar la clase, los invitados cumplen una rutina de ejercicios para calentar músculos y articulaciones y asà evitar
lesiones y reducir el dolor muscular. Después empieza la acción.
En la hora de clase se desarrollan entre ocho y 10 movimientos.
Los participantes terminan exhaustos, pero relajados. Los entrenadores recomiendan asistir al encuentro entre dos y tres veces a la semana para ver resultados en tres meses.
Clase. El encuentro dura una hora. En ese tiempo también se calientan y estiran los músculos para evitar lesiones.
GuÃa. Es importante que la clase sea dirigida por una persona especializada, para garantizar un buen trabajo.
Vestimenta. Los participantes deben asistir con ropa cómoda, pues los ejercicios demandan mucha elasticidad.
Refrigerio. Recuerde comer algo ligero unos 30 minutos antes de iniciar la práctica, para contar con energÃa en la clase.
Hidratación. El consumo de agua antes, durante y después de cada encuentro es indispensable para evitar mareos.