El jaguar se exhibe como deidad en una exposición en Guayaquil
El ‘dios jaguar’ (izq.) es comparado con otras dos de las piezas de la reserva del MAAC. Foto: Joffre Flores para EL COMERCIO.
La figura del jaguar como deidad o divinidad de los antiguos pobladores de la Costa y como representación del chamán, un mediador entre el mundo terrenal y el espiritual, emerge en una muestra temporal del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC). En el domo o centro de interpretación del recibidor del museo se exhiben, desde la semana pasada, dos estatuillas y un recipiente de cerámica precolombina de la cultura La Tolita (que se desarrolló desde el 600 a.C. hasta el 400 d.C. en la provincia de Esmeraldas).
La exhibición parte de una de las obras emblemáticas de la reserva del MAAC, una figura zoomorfa que representa a un felino erguido, de 75 centímetros, con la trompa abierta y feroz atravesada por cuatro colmillos. La célebre pieza, que hizo parte de la exposición ‘Ecuador, chamanismo y divinidades de la Costa precolombina’ del museo etnológico Du Quai Branly de París (Francia) en el 2016, se exhibe junto a otras dos cerámicas prehispánicas de la reserva del MAAC.
El gestor cultural Cristian Levi, mediador del Museo, quien realizó un estudio comparativo y ofreció una charla, explicó que las dos piezas más pequeñas ayudan a imaginar el aspecto completo que tendría el “dios jaguar”, al que le faltan las garras, la lengua y la corona. La estatuilla zoomorfa más pequeña, que se relaciona con un puma, tiene una larga lengua doblada a la izquierda y también un gran falo. “La virilidad está relacionada con la fecundidad y fertilidad”.
Mientras que la cabeza y las garras de otro jaguar que sobresalen de una vasija dan cuenta de una corona con decoraciones, las garras en posición de ataque y una lengua de forma triangular. “La ferocidad de los felinos está relacionada con los truenos y las lluvias; y la lengua, con el exceso de aguas”, indicó Levi.
Los felinos se relacionan también en contextos rituales con el chamanismo y pueden referir a la intermediación del chamán con las fuerzas de la naturaleza, explicó el mediador del museo. Los ojos con una brotación circular y los apéndices tubulares del jaguar insigne del MAAC tienen que ver con la amplificación de los sentidos otorgados al chamán mediante la ingesta de alucinógenos, como puente de contacto con lo espiritual, agregó.
La de los felinos es la segunda exposición del año en el domo, tras una sobre chamanismo y música. Se trata de una forma de poner en valor una reserva arqueológica con más de 55 000 piezas y de complementar la muestra permanente del MAAC, ‘Los 10 000 años del antiguo Ecuador’. En el primer semestre del año están prevista una muestra temporal por mes, con temas como: enfermedades prehispánicas, ancianidad, rol de la mujer y la homosexualidad reflejada en las piezas de las antiguas culturas de la Costa.