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Isabel Allende continúa escribiendo y amando

Isabel Allende, escritora. Foto: archivo particular de Femcai

Isabel Allende, escritora. Foto: archivo particular de Femcai

Isabel Allende, escritora. Foto: archivo particular de Femcai

Es imposible no rastrear paralelos entre el último tramo de la vida de la propia autora y la situación de Lucía, personaje principal de la nueva novela de la escritora chilena Isabel Allende, quien se ha confesado enamorada de nuevo a los 75 años, y luego de romper con una relación de 28 años.

“A los 62 años Lucía alimentaba fantasías de muchacha, era inevitable”. “Su cuerpo envejecía, pero por dentro llevaba intacta a la adolescente que fue”. Y “había superado el entusiasmo de las aventuras fugaces”. Son algunas de las descripciones que intercala en el primer capítulo la narradora de ‘Más allá del invierno’ (2017, Plaza & Janés), la más reciente novela de Allende, con unos personajes que encuentran esperanza en el amor y en las segundas oportunidades.

Ese primer capítulo, que comienza narrando los pormenores de la gigantesca tormenta de nieve que clausuró Nueva York en enero de 2016, ofrece luces sobre algunas de las claves de la obra de Allende, por un lado el tema del amor romántico y por el otro, la impronta estilística de su prosa.

En esa emoción contenida por narrar el cataclismo con la que arranca la obra, se puede rastrear la sombra de Gabriel García Márquez, sobre todo en la adjetivación. “La tormenta se anunció el viernes con una nevada espesa y una ventolera furiosa que barrió a latigazos las calles casi despobladas –escribe Allende–. Los árboles se doblaban y el temporal mató a los pájaros que olvidaron emigrar o resguardarse, engañados por la tibieza inusitada del mes anterior. Cuando se inició la tarea de reparar los daños, los camiones de basura se llevaron sacos de gorriones congelados”.

La escritora en español más leída del mundo (60 millones de libros vendidos y obras traducidas a más de 30 idiomas), a menudo es calificada como discípula menor del autor de ‘Cien años de soledad’.

Las comparaciones comenzaron desde su primera novela, ‘La casa de los espíritus’ (1982), una admirable ópera prima –más allá de las críticas–por su sentido de lo fantasmal y maravilloso, o la manera de imponer como cierto al lector lo más inverosímil y extraño de la cotidianidad familiar y de la vida que subyace alrededor de ella. El libro relata la vida de la familia Trueba a lo largo de cuatro generaciones y sigue los movimientos sociales y políticos del período poscolonial de Chile.

La literatura de la escritora chilena abarca desde el cuento y la novela juvenil, libros como ‘La ciudad de las bestias’ (2002) a novelas autobiográficas como ‘Paula’ (1994), que narra su experiencia tras la muerte de su hija.

El hito que supuso para su carrera ‘La casa de los espíritus’ dio paso a una trilogía de novelas que integran temas similares: secretos de familia, historias de amor, pasión, guerra y muerte; revoluciones, ideales políticos y clase sociales. La trilogía la completan ‘Hija de la fortuna’ (1999) y ‘Retrato en sepia’ (2000), en que la autora ha reconocido también elementos autobiográficos.
Es un conjunto de obras que indagan en la construcción de la memoria personal para trazar además una revisión del pasado de Chile.

Aunque el segundo gran éxito de la autora llegó mucho antes, en su tercer libro, con la novela ‘De amor y de sombra’ (1984), historia de amor ambientada en el Chile de la dictadura de Augusto Pinochet.