Jocelyn Valencia y Carolina Placencia son dos de los tres fundadores de Yakupura. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
El premio BID-Femsa a las innovaciones sociales y tecnológicas más prometedoras de América Latina y el Caribe se lo llevó este 2019 una iniciativa ecuatoriana. El proyecto Yakupura ganó este reconocimiento internacional, debido a su compromiso con la solución a la problemática de agua y saneamiento en la región.
Carolina Placencia, ingeniera ambiental y una de las fundadoras de la iniciativa, cuenta que Yakupura es un filtro doméstico que se acopla fácilmente al grifo de la cocina para purificar el agua. Este no necesita sistemas de instalación, ya que se lo coloca a presión. El elemento purificante es el carbón activado, proveniente de la cáscara de coco. Esto es lo que permite remover el cloro.
La idea de realizar este filtro surgió por una experiencia de sus fundadoras. Cuando Placencia vivía en el extranjero, empezó a tener problemas de piel por consumir agua de la llave que contenía cloro. Al regresar al país le contó lo que le ocurrió a su colega Jocelyn Valencia, quien había tenido una experiencia similar.
Con esto en mente, empezaron a buscar ideas para que el tomar agua del grifo no sea un problema. Danilo Mendoza, administrador y el tercer integrante de Yakupura, cuenta que se unió a la iniciativa en el 2017, para formar un equipo interdisciplinario, que era una de las exigencias para aplicar al banco de ideas de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt).
Yakupura cuesta USD 10 y se lo puede adquirir en el Ecuador. Este tiene una vida útil de tres meses. Foto: cortesía Yakupura
Una vez formado el equipo, aplicaron y recibieron un capital semilla con el que formaron la empresa. Después construyeron el prototipo, hicieron las pruebas de laboratorio, los análisis respectivos y finalmente decidieron postular este 2019 al premio del Banco Interamericano de Desarrollo.
Placencia explica que este es un reconocimiento a la innovación en agua y saneamiento en América Latina y el Caribe. Tras postularse, fueron seleccionados como uno de los seis finalistas que viajaron a Panamá para participar en el evento. Después, recibieron el premio a la Mejor presentación por voto del público y por último ganaron el reconocimiento al Mejor emprendimiento de la región, que incluía un capital de USD 15 000.
Mendoza considera que esta experiencia les permitió conocer a más expertos en el tema y aprender sobre otros proyectos que trabajan en la misma problemática. Actualmente, este filtro ya se está comercializando en el país. La idea es aumentar su capacidad de producción para poder expandirse a un mercado internacional.
Placencia explica que el uso de este filtro evita el desecho de 500 botellas de plástico. Además, tiene el componente social, ya que busca ser un artículo asequible para toda la población. El filtro puede purificar alrededor de 250 litros para una familia durante su vida útil, lo que equivale a un tiempo de uso de tres meses.
Una vez que transcurre este tiempo, las personas pueden depositarlo en los puntos verdes seleccionados. Esto permite que se puedan reciclar todas las partes del filtro para generar una economía circular y evitar
la generación de desechos.