Justicia al estilo de Lisbeth Salander en 'La chica en la telaraña'

La actriz Claire Foy sucede a Rooney Mara en el papel de Lisbeth Salander. Foto: outnow.ch.

La actriz Claire Foy sucede a Rooney Mara en el papel de Lisbeth Salander. Foto: outnow.ch.

La actriz Claire Foy sucede a Rooney Mara en el papel de Lisbeth Salander. Foto: outnow.ch.

El cambio de registro es tan opuesto que resulta difícil dejar de mirar a Claire Foy como la noble reina Isabel de Inglaterra (‘The Crown’) para empezar a aceptarla como la ciberjusticiera Lisbeth Salander, en ‘La chica en la telaraña’.

El dramático thriller aparece en la cartelera como la secuela -’made in Hollywood’- de ‘Los hombres que no amaban a las mujeres’ (2011), del director David Fincher.

Este nuevo episodio vuelve a poner en la pantalla grande a la chica del dragón tatuado, protagonista de la saga de novelas criminales, compiladas bajo el título de ‘Millenium’, pero ahora bajo la dirección del uruguayo Fede Álvarez.

Después de siete años fuera de la pantalla, la cinta empieza refrescando la memoria sobre la oscura personalidad y las prácticas poco ortodoxas, en lo que para unos podría ser un acto de justicia y para otros, de venganza sobre los hombres que abusan de las mujeres.

Pero esa campaña de justicia por mano propia toma un nuevo giro cuando Salander acepta robar un sofisticado programa informático, de uso militar.

La extracción del programa agitará el avispero y provocará la reacción de agencias gubernamentales, pero también de una red de ciberterroristas que intentarán adueñarse del mismo, convirtiendo a Salander en su principal obstáculo.

Video: YouTube, cuenta: SonyPicturesMéxico.

Bajo esas circunstancias, la antiheroína punk vuelve a unir fuerzas con el periodista Mikael Blomkvist (Sverrir Gudnason) y otro ‘hacker’ amigo suyo (Cameron Britton) para enfrentar las amenazas e intentar salvar a la única persona que puede descifrar un complejo código de acceso.

Foy no tiene problemas para adoptar la apariencia de este personaje solitario, callado, experto en informática, hábil en la motocicleta, experta en combate, aunque su sobriedad no alcanza a proyectar del todo el suplicio interno y la furia contenida que alcanzó su par sueca, Noomi Rapace.

El pasado, en forma de una dolida hermana abandonada (Sylvia Hoeks), se proyecta sobre Lisbeth Salander de Foy, para empezar a darle sentido a esa necesidad casi obsesiva de ejercer su propia ley.

Álvarez hace lo suyo llevando la acción a espacios donde puede jugar con las sombras, bajo ambientes de climas fríos entre la ciudad y el campo, manteniendo la familiaridad y el estilo visual de las anteriores. El filme propone una narración de ritmo equilibrado, intercalando los momentos de acción con los de suspenso a partes iguales, lo que asegura dos horas de simple y llano entretenimiento.