Al mejor estilo de la serie ‘El juego del calamar’, Netflix puso a circular una invitación para participar en un misterioso programa concurso del que solo se daba a conocer el nombre: ‘Insiders’.
Lo único que saben los aspirantes es que se encuentran en la etapa final para seleccionar a los participantes de un ‘reality show’ de competencia que “busca al concursante perfecto” y que serán grabados en ciertos espacios, con un premio de 100 000 euros en juego.
Lo que la plataforma le reveló al público es que las 12 personas que pensaban que estaban en una etapa de prueba ya eran parte del programa y estaban siendo filmados en secreto las 24 horas y en todas las áreas del set.
Bajo ese parámetro, el primer ‘reality’ español de Netflix ofrece un programa que se reinventa, pero manteniendo la esencia del primer ‘Gran Hermano’.
La idea apunta a revolucionar el formato de telerrealidad que ha perdido fuerza en la reiteración, pero que no deja de convocar el interés de participantes y espectadores.
“Los concursantes de ‘reality’ de ahora se las saben todas”, dice de entrada Najwa Nimri, la cantautora y actriz española que hace las veces de conductora, en el primero de siete capítulos.
De esa manera admite que los interesados en participar de estos programas llegan predispuestos a asumir ciertos roles y conductas que merman el efecto de realismo. Bajo ese mismo criterio se justifica el hecho de haber utilizado ciertas tácticas para ocultar a los participantes de ‘Insiders’ que estarían siendo grabados en todo momento.
Como en ‘El juego del calamar’, los concursantes son aislados en unas instalaciones adecuadas para el desarrollo de las pruebas, con la recompensa económica como motivación. Se trata de un set de 1 600 metros cuadrados con más de 250 micrófonos ocultos y 70 cámaras escondidas, manteniendo la lógica del ‘Gran Hermano’.
Allí permanecerán por varios días sin contacto con el exterior y solo saldrán una vez que sean eliminados, sin que eso implique un riesgo de muerte como en la serie surcoreana.
La diversidad es el criterio que define la selección de los 12 concursantes entre los que no se ha hecho distinción de género, raza u origen.
Para activar la dinámica del programa, los realizadores introducen una serie de estrategias de guion y juegos mentales para agitar las conexiones interpersonales y revelen sus instintos, emociones y personalidades de la manera más cruda posible, desarticulando cualquier estrategia mediática.
Con esas directrices, el programa dirigido por Mamen Fernández retoma la lógica de un experimento social televisado. La edición se encarga de construir la tensión dramática y la mantener la incertidumbre sobre las decisiones de cada participante, apelando a la curiosidad del espectador.
En cada etapa, los concursantes son eliminados por decisión de los propios participantes. Al final los eliminados votan para elegir al ganador del premio.
En esta primera temporada de ‘Insiders’ la ganadora fue Nicole, una comunity manager de 27 años que se describe como un huracán de emociones. La originaria de Canarias es la primera mujer transgénero en ganar un ‘reality’ en España.
“Es triste que en todos los ‘reality’ se vea a la transexualidad como un espectáculo porque una transición tan complicada y la disforia de género no es un espectáculo”, dijo a medios internacionales la participante que aprovechó el momento para compartir un mensaje que busca ampliar la visión sobre la identidad de género.