La enfermedad, resorte crítico de una muestra de arte en Guayaquil

‘Escenario vulnerable’ es una instalación de dos españoles.

‘Escenario vulnerable’ es una instalación de dos españoles.

‘Escenario vulnerable’ es una instalación de dos españoles. Foto: Enrique Pesantes / El Comercio

Una representación de orden y limpieza quirúrgica se contrapone al relato emocional de una médica sobre la pérdida de un paciente de emergencias. En la instalación ‘Escenario vulnerable’, de los artistas españoles Francis Naranjo y Carmen Caballero, cuelgan alineadas en dos paredes blancas lo que parecen decenas de sueros para terapia intravenosa y pinzas quirúrgicas colgadas de hilo de sutura.

“Me interesa reflexionar sobre el carácter efímero que nos unifica a todos, además de invitar al espectador a vivir un momento estético”, dice Naranjo, originario de Islas Canarias.

En los audífonos junto a un video proyectado en la pared se escucha el relato de la interna sobre la atención a un hombre con infarto. “Estos sueros con líquidos impolutos, que no ha sufrido virulencia, en realidad son bolsas de drenaje, que recogen elementos residuales... La condición del hombre es corporal. Nacemos enfermos, con la condición de padecer el cuerpo”, agrega el artista.

‘Escenario vulnerable’ es uno de los cinco espacios de la exposición ‘Comunidad en tratamiento intensivo’, abierta en el Museo Nahim Isaías de Guayaquil. Las diversas caras de la enfermedad son el punto de partida de las instalaciones.

Siete artistas iberoamericanos vuelcan al formato instalativo objetos, videos, pinturas, esculturas o gráficos relacionados con la medicina para referir a la enfermedad desde el dispositivo del arte contemporáneo.

“En la muestra estamos hablando de un enfermo que está en terapia intensiva, en un diagnóstico terminal, a punto de morir, asistido por aparatos, y trasladamos esa metáfora a un cuerpo social, a una comunidad, a un mundo enfermo”, indicó Hernán Pacurucú, curador de la exposición.

La mayoría de los artistas participantes son chilenos, entre ellos Juan Castillo, Víctor Hugo Bravo y el dúo de Antonio Guzmán y Jorge ‘Coco’ González. También participa el artista paraguayo Joaquín Sánchez, que reside en Bolivia.

Bravo representa lo atroz de la enfermedad en una gran lona con pinturas: el cuerpo y sus partes deterioradas, sucias, envueltas en sábanas... En una doble imagen de video Sánchez flota desnudo en el lago Titicaca, en una cápsula de látex con forma de corazón. El corazón de caucho y el artista flotando a la deriva juegan con la poética del náufrago.

En una serie de impresiones en papel, Guzmán y González juegan con la ironía y la parodia a partir de iconografía relacionada a la medicina. También exhiben pequeñas pinturas y esculturas, integradas al espacio instalativo. “Todas las obras expuestas tenían que entrar en una maleta y además la idea era poner en tensión los formatos”, indicó González.

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