Alfonso Mora Bowen fue identificado en el siglo XX como el tratadista del civismo, porque enseñó a amar a la Patria como ninguno otro, y contribuyó a la formación de la nacionalidad ecuatoriana. Ese fue su objetivo central, que lo consiguió a través de la investigación, la docencia, las publicaciones y el ejercicio público.
Tuvo varias pasiones: el derecho, la educación en general, y la enseñanza de la Cívica y la Moral, en particular, así como el ejercicio profesional en campos relacionados con la justicia, la defensa de los valores humanos y la democracia.
Admirador de Eloy Alfaro, Mora Bowen fue durante décadas un referente de los estudios sociales en el Ecuador y la educación laica. Sus textos escolares formaron generaciones de profesores y estudiantes en el siglo XX.
El doctor Alfonso Mora Bowen dejó un legado poco reconocido en la actualidad. Por este motivo, el Diario El Comercio recomienda el estudio de su magnífica obra, y la promoción de su pensamiento.
Un poco de historia
Nació en Quito el 7 de julio de 1909, y falleció en la misma ciudad el 8 de diciembre de 1986. Estudió en el Colegio Nacional “Mejía” y en la Universidad Central del Ecuador, donde obtuvo el título de doctor en Jurisprudencia.
Se graduó de profesor de inglés en “The Berlitz School Of Languages”, de New York. Y obtuvo especializaciones en derecho en la Universidad de Michigan, Estados Unidos, y en Roma, Italia.
Mora Bowen dictó la cátedra de Educación Cívica en el Colegio Nacional “Mejía” y Normal “Manuela Cañizares” de Quito. Fue profesor y fundador del Colegio Militar Eloy Alfaro, y docente de español en la Escuela de Idiomas “Berlitz School of Languages”, en New York.
En su biografía se destacan cargos importantes: Primer Secretario de la Asamblea Nacional Constituyente, 1938; Ministro Fiscal General de Justicia, 1952-1964; y, Procurador General de la Nación, 1964-1966. También fue presidente dela Sociedad Bolivariana del Ecuador, miembro de la Junta de Relaciones Internacionales en 1946, y presidente de la Academia de Abogados.
“Nuestras grandes madres”
De pluma atildada, Mora Bowen tuvo en la mira el Ecuador profundo; es decir, sus raíces, la promoción de su cultura y la irradiación, con fervor inigualable, de la Educación Cívica, la Moral y las buenas costumbres.
En varios escritos aludió a “Nuestras grandes madres”: “A las que nos dieron la vida con su infinito amor, en la inefable personificación de la mía; a las que, como abnegadas compañeras del hogar y primeras maestras de nuestros hijos, atesoran en sus corazones el caudal de nuestros recíprocos efectos; y, a la que, en síntesis y conjunción de todas ellas es nuestra Patria amada, que con la tierra de sus lares nos ofrece la arcilla de nuestro cuerpo, para morada del espíritu con el cual el ser humano forja el ideal de la suya propia”.
La Patria, según Mora Bowen
Uno de los ejes fundamentales del discurso oral y escrito de Alfonso Mora Bowen, fue la Patria. Pero no como un contenido vacío, porque fue su vida y sus convicciones las que reafirmaron su liderazgo cívico. En las siguientes líneas, las ideas de Mora Bowen sobre la Patria ecuatoriana, publicadas en el libro “Educación Cívica Escolar”:
“Muy adentro del corazón, los aguijonazos del espíritu despiertan cariñosamente las dulces afecciones del sentimiento, que, en arrobadora ensoñación, revelan sugestivamente la inefable y grata personificación de la Patria”.
“Nada tan íntimo para el ser humano como Ella, porque en su nombre evoca el lugar que lo vio nacer; los seres que le dieron la vida; el pasado que inspira su historia; los efectos que vitalizan sus sentimientos; las luchas y glorias que fortifican su espíritu; el anhelo creador que robustece altruistas aspiraciones los recuerdos que renuevan su existencia; la unidad de lengua que fecunda su pensamiento; la analogía étnica que homogeneiza sus elementos; la identidad de religión y de costumbres que unifican procedimientos; la humanidad de ideales que crea la solidaridad humana, el altruista impulso que lo convierte en servidor de los otros; la noble decisión para sentirse hermano de los demás, porque en su seno, como en el más recomendable de los hogares, es donde mejor aprende el hombre a amar a sus semejantes de todas las latitudes”.
“La Patria es, pues, todo cuanto nosotros portamos con nosotros mismos, desde la tierra en que nacemos, como arcilla de nuestro propio cuerpo, hasta cuanto más cabe de noble y generoso en el cerebro y el corazón humanos, para encender en las luminarias del espíritu el sagrado fuego con que Dios nos ofrece la vida, en el lugar en que se mece nuestra cuna, para hermanarnos con nuestros semejantes por el amor en los destinos de la especie y ofrecernos por la luz de sus pupilas lo más grande y querido en el pasado de nuestros abuelos, el presente de nuestros padres y el futuro de nuestros hijos”.
“Entre Dios y el ser humano está la Patria, como prenda de amor en el corazón de la especie y como fuente de luz en el pensamiento de la Humanidad”.
Para recordar y aplicar
Alfonso Mora Bowen insiste en sus textos varios contenidos relevantes, que el ministerio de Educación debería recogerlos y actualizarlos: “el patriotismo y sus virtudes; determinación utilitarista de la Patria; los símbolos de la Patria; la Bandera: la posición, la exposición y advertencias; la promesa cívica la Bandera Nacional; el saludo a la Bandera Nacional; la Bandera Nacional en las fiestas cívicas; el Escudo de Armas; el Himno Nacional; los deberes para con la Patria; la Patria y la humanidad; el decálogo de un patriota; el credo patrio; recitación escolar; y la ecuatorianidad como expresión de la unidad nacional”.
Su legado
Las obras de Alfonso Mora Bowen, según sus biógrafos, recogen lo mejor de su producción intelectual: “La formación de la nacionalidad como objetivo de la educación ecuatoriana”,
“Eloy Alfaro en la Democracia Ecuatoriana”, “Proyecto de reformas a la ley orgánica de la función judicial”, “Educación cívica escolar”, “La educación cívica al servicio de la enseñanza”, “Mensaje laico a la juventud y docencia libres de mi Patria”, “El liberalismo radical y su trayectoria histórica. Apuntes para una sociología política”, “La Identificación de escrituras”, “Eloy Alfaro, ciudadano de las Américas”, entre otras.
En el ámbito jurídico se destaca el Proyecto de Ley Orgánica del Ministerio Público que ubicara a la Procuraduría General de la Nación como un organismo autónomo y técnico, adscrito a la Jefatura del Estado.
El legado de Alfonso Mora Bowen debe ser recuperado por parte del Estado. Esta columna propone la creación de la “Cátedra de Educación Cívica de Alfonso Mora Bowen”, de carácter itinerante, que recorra los caminos del Ecuador, mediante charlas, concursos, audios, videos y blogs en todos planteles educativos del Ecuador, con un objetivo: promover la Patria y la ecuatorianidad, mediante el fomento del espíritu cívico y ético en campos y ciudades.