Martina Espinosa tiene 14 años, vive en Quito y escribe desde que tiene memoria. Su historia, sin embargo, empezó mucho antes de ganar un concurso internacional. Se remonta a los días en que vivía en Colombia y llenaba cuadernos con crayones que hablaban y estrellas que bailaban. Fue ahí donde descubrió su amor por la escritura. Pero fue en Ecuador donde ese amor floreció y la llevó hasta Macondo sí tiene quien le escriba, el concurso literario organizado por la Fundación Gabo y CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe–, con el respaldo de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).
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👧📖 Una niña, una historia, una tradición ecuatoriana
Martina fue una de las 20 ganadoras de la segunda edición de este certamen, en el que participaron 2 021 niños de entre 10 y 13 años, provenientes de 12 países. Su relato, ‘De huesos a pan’, fue seleccionado por un jurado internacional compuesto por Mary Grueso (Colombia), Roger Mello (Brasil) y Mateo García (México). La historia de Martina revive la tradición ecuatoriana de las guaguas de pan y la colada morada desde la perspectiva de Kipu, un niño que se adentra en el origen ancestral de esta costumbre, su evolución en la colonia y su vínculo con la identidad cultural actual del país.
El texto fue elogiado por su sensibilidad, su manejo narrativo y su conexión con el tema central del concurso: “Nuestra identidad y el orgullo de lo que somos”.
📚🌎 Macondo, el escenario que reunió a 20 voces infantiles
La edición 2025 del certamen reunió a más de 70 prefinalistas evaluados por un grupo de especialistas de Argentina, Colombia, Brasil, México y Venezuela. Entre ellos estaban figuras como Sandra Comino, Alberto Chimal y Elvia Silvera. Solo 20 cuentos, entre ellos el de Martina, fueron elegidos para integrar una antología literaria que se publicará en formatos físico y digital a través de los canales de la Fundación Gabo, CAF y la OEI.
Los autores premiados emprendieron una travesía cultural por Cartagena, Barranquilla y Aracataca, el pueblo natal de Gabriel García Márquez. Para Martina, el viaje fue más que un premio: “Conocer a niños desde España hasta Costa Rica fue una experiencia que no voy a olvidar nunca”, le contó a EL COMERCIO.
🎒📝 El poder de las palabras y el papel que nunca se rompe
Martina se define como alguien que encontró en la escritura un refugio y una herramienta para transmitir historias. “No importa la cantidad de palabras, la cantidad de imaginación, inspiración y emoción, el papel no se rompe”, dice. En su entrevista con EL COMERCIO, confesó que no siempre estuvo segura de participar. Pero lo hizo. Y lo que vino después fue “una experiencia única en la vida”.
“Escribir me desconecta de la rutina, me permite contar historias de mi familia o inventadas por mí. Cada cuento es como una cajita que puede tener un mensaje escondido”, añadió.
📚✨ El eco de una tradición que ahora suena en toda Iberoamérica
El relato de Martina es una celebración de las costumbres ecuatorianas. En él, las guaguas de pan no son solo un dulce, sino un símbolo de resistencia, memoria y comunidad. El jurado valoró esa capacidad de narrar desde lo local con un alcance universal.
Además de los cuentos en español, también fueron premiadas dos historias en inglés y portugués. Entre los autores figuran niños de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, México, Panamá, Perú y Venezuela. La lista completa está publicada en la página oficial de la Fundación Gabo, donde también se puede conocer el perfil de cada ganador.
🌟✍️ La voz de una nueva generación
“Cada historia vale oro y los libros son un súper poder”, dice Martina. Para ella, escribir es una forma de tender puentes entre generaciones, territorios y emociones. No es casual que uno de sus autores favoritos sea Gabriel García Márquez. Antes de participar en el concurso, leyó ‘Crónica de una muerte anunciada’. “Su forma de describir es lo que hace que sus trabajos sean especiales. Eso es lo que me gustaría que mis cuentos tengan, porque así no se leen, se viven”.
Durante la pandemia, también descubrió a J.K. Rowling y quedó impactada por cómo tuvo que usar un seudónimo para poder ser publicada. Desde entonces, admira su fortaleza como mujer escritora.
🧠💬 Un consejo de Marti para quienes sueñan con escribir
A otros niños que desean dedicarse a la escritura, Martina les deja un mensaje sencillo, pero poderoso: “Todo lo que tienen para contar es importante. No dejen de escribir. No importa si la historia es pequeña o grande, todas merecen ser contadas”.
📌🎉 Fundación Gabo y CAF: una apuesta por la niñez y la cultura
La Fundación Gabo fue creada en 1995 por el nobel colombiano con el objetivo de promover el uso ético y creativo del periodismo y la narración. CAF, por su parte, trabaja desde 1970 por el desarrollo sostenible de la región, y junto a la OEI –organismo intergubernamental de cooperación–, han logrado consolidar este concurso como un espacio de encuentro, inspiración y expresión para niños y niñas de toda Iberoamérica.
Este proyecto demuestra que sí existe quien le escriba a Macondo. Y también a las guaguas de pan, los colibríes blancos, los ajedreces mágicos y las estrellas vivas.
Porque cuando una niña de Quito decide contar su historia, el eco puede llegar hasta Aracataca. Y más allá.
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