La energía del viento durante 2018 en España proporcionó el 20% de la cobertura eléctrica demandada y evitó 25 millones de toneladas de CO2. Foto: EFE
La energía proveniente de recursos renovables como el sol y el viento está ganando más espacio en el mundo. Ante el temor a perder la lucha contra el incremento de la temperatura global y el avance del cambio climático, los países han centrado sus acciones en disminuir el uso de combustibles fósiles, considerados como los principales contaminantes del ambiente.
El informe Tendencias globales en la inversión en energías renovables 2019, publicado la semana pasada por la Organización Naciones Unidas (ONU), revela que en la última década (2010-2019) la capacidad de las energías renovables se cuadruplicó, de 414 GW a 1 650 GW. Además, estas generaron el 12,9% de la electricidad mundial en el 2018, por encima del 11,6% que se registró en el año 2017. Con esta transformación se pudo evitar 2 000 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono (CO2) al ambiente.
Carlos Páez, profesor de la facultad de Ingeniería Ambiental de la Escuela Politécnica Nacional, explica que es necesario mudarse hacia las energías limpias para detener las consecuencias del cambio climático, que ya se están viviendo actualmente con ejemplos como los eventos meteorológicos extremos.
Los países que históricamente han sido los más contaminantes deben tener más responsabilidades, dice Páez. El informe demuestra que China, que es el principal generador de gases de efecto invernadero en el mundo, ha sido el mayor inversor en capacidad de energías renovables durante esta década, con un balance de USD 758 000 millones entre 2010 y la primera mitad de 2019. A este le siguen Estados Unidos, con USD 356 000 millones, y Japón con USD 202 000 millones.
En esta investigación, en la cual se excluye a las grandes centrales hidroeléctricas, se muestra que la energía solar es la que más se ha potenciado. La capacidad solar aumentó 26 veces respecto a 2009, de 25 GW a un estimado de 663 GW.
Marcelo Pozo, profesor del Departamento de Automatización y Control Industrial de la EPN, explica que las energías eólica y solar no han tenido auge en Ecuador. Dentro de las renovables, se ha privilegiado a la hidroeléctrica en el país.
La generación de energía hidroeléctrica alcanzó en el año 2018 el porcentaje más alto de la última década en Ecuador. El 81% del recurso fue producido con la incorporación de las cinco centrales. Los grandes sistemas de generación de energía hidroeléctrica han sido señalados como responsables de causar daños a los ríos y a su biodiversidad. Pozo dice que si se hace un análisis profundo, todas las energías pueden tener algún impacto.
En el caso de la solar, por ejemplo, los paneles se construyen con silicio. En su producción se necesita de una planta que consume energía, la cual no siempre se obtiene de fuentes renovables. En el caso de la eólica, las aspas y todo el equipamiento para su funcionamiento son construidos en diferentes partes del mundo, donde no se tiene certeza de qué tipo de energía usan. Por eso, explica Pozo, se debe exigir que estos procesos demuestren que tienen una huella verde desde un inicio.
María José Ayala, oficial de Innovación y Sostenibilidad de la Universidad San Francisco de Quito, explica que no se puede definir cuál es la mejor forma de obtener energía renovable, ya que hay que analizar el ciclo de vida y dónde se va a instalar esta tecnología. En Ecuador existen grandes plantas solares en lugares como Salinas de Ibarra, Machala y Manta. También se produce energía eólica en Loja.
Ayala dice que, aunque una gran parte de la energía eléctrica en el país corresponde a fuentes renovables, la balanza energética todavía es dependiente de los combustibles fósiles. Según el último Balance Energético Nacional que presentó el Gobierno en 2017, el 88% de la energía en el país provino de petróleo. La que se obtuvo de agua, sol y viento representó el 6%
Los expertos coinciden en que el reto para Ecuador es transformar el sector del transporte. Este es considerado como el mayor emisor de gases de efecto invernadero dentro del ámbito de la energía. Además, se debe impulsar la creación de reglamentos y leyes que incentiven el uso de energías renovables.
Pozo dice que el futuro de las energías renovables es “bajar a lo micro y mini”. Por eso, en la EPN, al igual que en otras partes del mundo, se están realizando investigaciones para la construcción de microcentrales, que se puedan instalar en los riachuelos y no causen los mismos problemas asociados a las grandes hidroeléctricas.