Docentes de Tambaló fortalecen la fiesta andina

Los alumnos participaron del ritual del Inti Raymi realizado en el patio de la escuela. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO.

Los niños de la Escuela Intercultural Bilingüe República de Paraguay bailaron al ritmo del bombo, el acordeón y el pingullo. Ellos realizaron un círculo alrededor de Katherine Toalombo, Inti Ñusta (Princesa del Sol) quien vestía prendas doradas y una corona.
La niña, de 10 años, abrió sus manos y dio gracias por la producción de los granos a la Pachamama (Madre Tierra). Con un plato de barro repartió la chicha de maíz que su madre María preparó en el pondo que heredó de su abuela. “Es la bebida de los dioses y compartirla con la gente es importante porque estamos rescatando una celebración que poco a poco se pierde, especialmente en los niños y jóvenes, por eso buscamos recuperarla”, comenta la estudiante de sexto año de básica.
Toalombo es uno de los 40 niños del centro educativo que participa en el proyecto de recuperación de los saberes ancestrales como la música, la lengua kichwa y la medicina ancestral en la comunidad de Tambaló. La localidad está localizada a 8 kilómetros de la parroquia San Fernando, cantón Ambato (Tungurahua).
Su compañera, Mercy Bombón, representó a la Yaku Ñusta (Princesa del Agua). Ella baila al ritmo de los instrumentos musicales y llevaba en sus manos una olla de barro.
“Nuestra cultura y saberes ancestrales son hermosos, estoy aprendiendo lo que nos enseñan nuestros taitas para que esta fiesta no desaparezca. Valoremos nuestra vestimenta, costumbres y el kichwa”, dice convencida Bombón, quien vestía orgullosa un anaco negro, reboso rosado y sombrero blanco con cintas a colores, típicos de su comunidad.
La estudiante de sexto año de básica, desde los seis años participa en el ritual del Inti Raymi y esta vez lo hizo como la Princesa del Agua. Su maestro y director de la Unidad Educativa, Pedro Miranda, trabaja en este proyecto de fortalecimiento de las cuatro celebraciones de los raymis. “Los pueblos indígenas iniciamos la fiesta con el Kulla Raymi y finalizamos con el Inti Raymi que es la primera siembra y finalizamos con la cosecha, respectivamente”.
El proyecto, que se inició hace 10 años, busca que los niños valoren la cultura y los saberes ancestrales del pueblo, la música, la danza, el kichwa y los alimentos que da la tierra. El plan ya tiene buenos resultados, porque actualmente los jóvenes que salieron de la escuela son quienes colaboran y participan de los rituales. A esta enseñanza también se suma el cuidado a la naturaleza.
El fortalecimiento de la cultura es una parte de la enseñanza que los cuatro maestros imparten durante tres horas de clase a la semana. “Elegimos a las reinas de los raymis y ellos representan las cuatro fiestas del año con programas”.
En la última fiesta también participaron los padres de familia, quienes se suman al proyecto impulsado por Miranda. Segundo Toalombo es el presidente del Comité de Padres de Familia y cuenta que acompañaron a los niños con música tradicional como los sanjuanitos. “Apoyamos el trabajo de los maestros para que nuestro niños aprendan y conozcan nuestra cultura. En el plan también participan las taitas y mamas de la comunidad”.
En el festejo se cumplió el tradicional ritual del Inti Raymi. El yachak Manuel Tubón dirigió la ceremonia. En el centro de la plaza graficó la chacana o cruz Andina con frutas, granos y flores. Además, en los puntos cardinales se fijaron los cuatro elementos: fuego, aire, agua y tierra.
El festejo concluyó con el concurso de la ‘tuestada’ del maíz y con la pambamesa donde todos los integrantes del plantel e invitados compartieron los alimentos.
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