Foto referencial. Expertos debaten sobre el uso del dióxido de cloro para tratar el covid-19. Foto: AFP
Los efectos del dióxido de cloro son un motivo de discusión. Para algunos médicos, esta es una terapia efectiva contra enfermedades como el covid-19. Otros galenos lo refutan.
Fabricio González, médico investigador, internista y especialista en genética médica, afirma que no hay ninguna evidencia que demuestre que el dióxido de cloro sirva para curar el covid-19 u otra enfermedad. Precisa que el compuesto hace que el oxígeno disminuya en la sangre.
Sin oxígeno, los glóbulos rojos mueren prematuramente, causando una anemia hemolítica. Esto afectaría a órganos como los pulmones; en el corazón se producirían arritmias; bajaría la presión arterial; habría deshidratación; las células del hígado sufrirían daño, provocando insuficiencia hepática.
De igual manera, ingerido el cloro causaría daño gastrointestinal, que se expresaría con vómito y diarrea, dice el experto. Para él, si alguien pretende tomar dióxido de cloro poco a poco y de forma espaciada para supuestamente evitar efectos nocivos, solo provocaría intoxicación crónica.
En medicina se utilizan también fármacos potencialmente explosivos o con dosis peligrosas
Para el médico cirujano Edgardo Ruiz, graduado en la Universidad Central del Ecuador y especializado en acupuntura y homeopatía, dosis altas de dióxido de cloro son tóxicas, como las que se utilizan para para blanquear papel o telas.
Ruiz afirma que, en cambio, el medicamento que contiene dióxido de cloro se prescribe en dosis muy diluidas; lo compara con agua mineral. Ruiz cita el ejemplo de la nitroglicerina, una sustancia que es usada como un potente explosivo, pero que también prescriben los cardiólogos para tratar enfermedades del corazón.
“El explosivo no es el medicamento, aunque tengan la misma sustancia”, afirma Ruiz. El médico detalla que él prepara el dióxido de cloro siguiendo un protocolo con reactivos y agua.
Por su parte, el médico Alberto Granja, especializado en homeopatía en Argentina, considera que las críticas al dióxido de cloro provienen del desconocimiento. Él no ha tratado pacientes con dióxido de cloro, pero alerta que hasta los medicamentos más seguros son nocivos si se sobrepasan ciertas dosis. Recalca que por eso es importante que sea un profesional médico sea quien los prescriba. El homeópata lamenta que, aprovechando la pandemia, hayan aparecido personas que ni siquiera son médicos y aconsejan sustancias sin tener facultad para hacerlo.
¿El dióxido de cloro es un medicamento homeopático?
E médico homeópata Gustavo Andrade Galindo, también graduado en la Universidad Central del Ecuador, explica que una dilución de dióxido de cloro podría ser medicinal, pero no es una dosis homeopática, pues en homeopatía se hila más fino. En este tipo de medicina ya no existe la molécula, sino solo la información de la sustancia.
Andrade dice que para hacer un medicamento homeopático se usa oro. Este es sometido a una dilución donde se pierde la presencia del oro físico o químico. Precisa que esto no se aplica al dióxido de cloro, ya que no es un medicamento homeopático.
“Diluir una sustancia en un litro de agua no es hacer un medicamento homeopático”, precisa Andrade. Sin embargo, él afirma haber usado dióxido de cloro desde antes de la pandemia y haber obtenido muy buenos resultados en pacientes con enfermedades crónicas.
El dióxido de cloro no podría considerase un viricida
Andrade tampoco está de acuerdo con que el dióxido de cloro diluido sea un viricida que mate al nuevo coronavirus. Cuenta que con sus pacientes no ha tenido resultados positivos con el dióxido de cloro contra covid-19. Para él, el dióxido de cloro permite oxigenar las células, cambia el pH, mejora la conducción eléctrica y, por lo tanto, logra que el organismo module su sistema inmunológico, pero no tan efectivamente contra el covid-19.
Para Ruiz, el dióxido de cloro que él prescribe no es un desinfectante ni pretende matar los virus al paso; es un activador de la inmunidad del organismo. “Funciona al estimular el timo, que es un órgano que está atrás del esternón y que tiene conexión con todos los ganglios linfáticos, con el bazo y las amígdalas. Así el cuerpo reconoce no solo al SARS-CoV-2 sino a distintas clases de virus. Añade que el dióxido de cloro se utiliza desde los años 90s del siglo pasado como desinfectante de las fundas en las que luego se coloca el plasma sanguíneo. Para él, es incomprensible que se esconda toda esa información.
Para Andrade, el dióxido de cloro puede sentar bien a ciertas personas, pero no encuentra sentido en prescribirlo de forma masiva o venderlo en el mercado. El médico homeópata relata que ha tenido muchos pacientes con covid-19. Afirma que no ha conseguido que ellos mejoren con dióxido de cloro diluido sino con homeopatía.
¿Publicidad engañosa o falta de investigación exhaustiva?
Enrique Terán, médico farmacólogo, investigador y catedrático de la Universidad San Francisco de Quito, expresa que el dióxido de cloro no tiene ningún valor terapéutico contra el virus SARS-CoV-2 y que incrementaría el riesgo de toxicidad.
Terán alerta que hay una diferencia abismal entre los resultados in vitro de los que se pueden tener con una sustancia. Puntualiza que todo producto que ofrece mejorar el sistema inmunológico, aumentar las defensas y prevenir infecciones, hace publicidad engañosa, pues la inmunidad solo se potencia con una buena nutrición, actividad física y bajo nivel de estrés.
Ruiz, por su parte, manifiesta que en los últimos tres meses ha tratado un centenar de pacientes, la mitad de ellos diagnosticados con covid-19 y ha seguido su evolución con pruebas de inmunoglobulinas y de proteína C reactiva. Afirma que ha prescrito dióxido de cloro: para prevención, a pacientes asintomáticos, a otros en los primeros estadíos de la patología y también a enfermos más graves con covid-19 que han estado próximos a entrar a cuidados intensivos. Para el galeno, quienes hablan contra el dióxido de cloro jamás han hecho una prueba clínica con él, ni un ‘screening’ de toxicidad.