Guillermo Ayoví Erazo, conocido en la escena cultural como ‘Papá Roncón’, falleció el viernes 30 de septiembre del 2022 en la tierra que lo vio nacer. El artista esmeraldeño y uno de los máximos referentes del folclore afroecuatoriano tenía 92 años.
Su trabajo como músico, escritor, constructor de marimbas y guardián de la cultura afroecuatoriana deja un legado cultural incalculable. El Ecuador despide a un hombre y artista irrepetible que se ha ganado con méritos su propio lugar en la historia.
“Tanta música en sus manos. Tanta bondad en su corazón. Tanta generosidad en su caminar y andar. Gracias ‘Papá Roncón’, todos los caminos que nos llevó a recorrer. Mucha luz y paz en su nuevo concierto marimbero”, escribió el artista ecuatoriano Lindberg Valencia en su cuenta de Facebook.
Una leyenda que nació en Esmeraldas
Nacido el 10 de noviembre de 1930 en Borbón en Esmeraldas, el popular músico, cultivó la tradición de la marimba y con su música fue conocido en Ecuador.
Su primer acercamiento con la marimba sucedió en su infancia, a través de la comunidad de los Chachis, en la población Tigre, una comunidad indígena que habita en la zona selvática del noroeste de Esmeraldas. De ellos también aprendió la lengua cha’palaa.
El seudónimo de ‘Papá Roncón’ surge en dos momentos de su vida. “Roncador” o “roncón” le gritaban al niño que recorría las calles de su natal el Borbón. Allí se ganaba la vida comercializando los pescados capturados por su padre en el río, entre ellos una especie llamada guacuco o roncador.
Lo de ‘Papá’ lo heredó de un capataz del puerto llamado Luis Perlaza al cual lo conocían como ‘Papá Lucho’. Él era el encargado de repartir los productos y tras su muerte, Guillermo Ayoví heredó su puesto y su apodo. Su imponente presencia y el timbre grave de su voz afianzaron esa identidad envuelta también en el mito.
Un artista incomparable
Su aprendizaje de la marimba se fortaleció en su juventud. En la década de 1970 comenzó a realizar giras en el Ecuador, con su grupo La Catanga. Con la ayuda de promotores musicales internacionales hizo viajes a Estados Unidos y Europa, donde fue reconocido.
“Junto con otros artistas como Lindberg Valencia, ‘Papá Roncón’ empieza a compartir los saberes musicales afroesmeraldeños en escenarios internacionales”, asegura la artista y docente ecuatoriana Karina Clavijo.
Como músico destaca que era un marimbero que cantaba, que no era muy usual. Además, dice Clavijo, era un constructor de marimbas, que afinaba con el canto de ciertas aves o cantando un Salve, que era muy propio de las culturas afrodescendientes del Pacífico.
“Él preserva un montón de conocimientos, de formas tradicionales de tocar, canciones, rescata ciertas formas literarias como décimas y romances. Era alguien que dominaba la narración oral con una visión fantástica”, dice.
Con ella coincide el escritor Juan Montaño. “En su sabiduría supo heredar todo el conocimiento en la construcción de instrumentos, la formación del artista, las formas musicales y el baile”.
Un referente cultural
A lo largo de su trayectoria ha recibido varias distinciones por su trabajo. En 2011 obtuvo el premio Eugenio Espejo, el máximo galardón nacional de las artes. En ese mismo año, la Asamblea Nacional también le impuso la condecoración Vicente Rocafuerte, al mérito cultural.
Su figura permanece eternizada en una estatua expuesta en el parque de su natal Borbón donde vivió la mayor parte de su vida junto con su familia. Otra escultura se exhibe en el Museo y Centro Cultural Esmeraldas.
Hasta hace pocos meses se dedicaba a la enseñanza de la marimba, en la fundación que lleva su nombre, creada para enseñar a las nuevas generaciones los secretos de la música tradicional esmeraldeña.
“Es un hombre que ha luchado por preservar la cultura viva de Esmeraldas, uno de los marimberos más importantes del Ecuador. Además, es una persona que con su presencia también ayudó a combatir el racismo en el país”, dice Clavijo sobre una figura que se convirtió en un puente entre el mundo afro y el mestizo.
Un legado vivo
La mejor forma de honrar la memoria de ‘Papá Roncón’, dice Clavijo, es reafirmar el compromiso desde la academia para que su nombre y obra se extiendan a través de la formación y educación.
“Su siembra ya está produciendo en el trabajo de nuevos maestros y mujeres cantoras”, asegura Montaño refiriéndose a figuras como Jackson Ayoví, Benjamín Venegas, Tito Ponguillo, en quienes se extiende el trabajo de formación, educación y creación musical.
“Para el mundo y la memoria colectiva siempre será ‘Papá Roncón’, un hombre que le dedicó su vida a preservar la música como parte de la cultura afropacífica, con la que logró romper la barrera del racismo. Un legado que requiere una capacidad intelectual y voluntad de vida”, asegura Montaño.
“Torbellino se ha ido, pero su canto y marimba se queda entre nosotros por los siglos de los siglos. Buen viaje Papá Roncón”, escribió la cantautora Mariela Condo en su cuenta de Twitter.