La Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) retoma progresivamente las actividades culturales después de 13 días en los que sus instalaciones estuvieron ocupadas por personal de la Policía Nacional y luego por miembros de las comunidades indígenas, durante el paro nacional.
Infraestructura con daños
El viernes 1 de julio, las últimas delegaciones de la Conaie organizaron una minga para realizar la limpieza del Ágora antes de dejar las instalaciones de la Casa de la Cultura.
La salida de las organizaciones indígenas de la CCE no estuvo mediada por un acta de entrega. Fernando Cerón, presidente de la CCE, explicó que no fueron las autoridades de la institución quienes autorizaron el ingreso, sino el Gobierno.
Ese mismo día, los representantes de la CCE enviaron un comunicado notificando a la Presidencia de la República que se asumía por terminado el proceso de requisición, tras la derogatoria de dos Estados de excepción y la firma de un acuerdo. El objetivo, dice el funcionario, era iniciar el proceso de reactivación laboral y cultural de la institución.
Al término del paro, el saldo es negativo para la Casa de la Cultura en términos económicos y de infraestructura. Según un primer balance, los daños en la infraestructura ascienden a USD 15 000. Eso incluye la destrucción de los cerramientos metálicos y los techos de la Radio de la CCE y del archivo fílmico.
“Decidimos notificar a la Policía de que no haríamos uso de la norma que se establece en el reglamento de requisición con respecto al cobro por el uso del espacio que asciende a USD 66 000 por el uso del Ágora”, dijo Cerón.
La Casa retoma la actividad cultural
Las actividades culturales que estaban previstas en los distintos escenarios de la CCE se suspendieron completamente a partir del domingo 19 de junio.
Durante los 13 días que las instalaciones de la CCE estuvieron ocupadas hubo 24 eventos que se vieron afectados. De estos 13 han sido cancelados y 11 se han reprogramado según un balance de la institución.
Traducido en términos económicos, la CCE dejó de percibir USD 35 168 por renta de espacios, según datos de la Dirección de Fomento de la CCE.
Desde el sábado 2 de julio empezaron a reactivarse los espacios y la atención al público. En el transcurso de la semana se realizaron trabajos de monitoreo y evaluación con el Instituto Nacional de Patrimonio antes de volver a abrir las áreas de reserva y museos.
Cerón anunció que a partir de este fin de semana se reactivará la programación cultural con una serie de actividades familiares en coordinación con los 17 espacios independientes que operan en la sede de Quito.
En defensa de la pluralidad
La nueva administración implementó un cambio en el nombre de la institución que dejó su forma en singular para pasar a llamarse Casa de las Culturas.
El nuevo nombre institucional se empezó a aplicar en los comunicados oficiales, así como en las redes sociales y demás espacios de difusión.
La decisión de cambiar el nombre, explica Cerón, es un planteamiento de carácter comunicacional. “Este es un espacio de acceso plural y diverso, no solo en el ámbito de los pueblos y nacionalidades, sino también producto de la configuración de las distintas identidades en el entorno urbano”, dice.
Sin embargo, el cambio de nombre se aplica solo a nivel comunicacional. Para que el cambio se valide jurídicamente es necesaria una reforma a la Ley de Cultura. El cambio, dice Cerón, se debate ahora en la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional.