El Gobierno del Reino Unido ha aumentado sus compromisos climáticos y destinado múltiples recursos para hacer que la COP26, que empieza el domingo 31 de octubre del 2021, sea una cumbre del clima memorable, aunque también rebaja las expectativas sobre un gran consenso global ante la dificultad de lograr que países clave se comprometan a una mayor reducción de emisiones.
Delegados de casi 200 Estados se reunirán en persona o virtualmente en el centro de conferencias Scottish Event Campus de Glasgow (Escocia) hasta -a priori- el 12 de noviembre, a fin de acordar los próximos pasos en la lucha contra el cambio climático.
Si bien más de 120 líderes políticos han confirmado su asistencia -lo que muchos expertos juzgan razonable en época de pandemia-, el Ejecutivo conservador ha sufrido un revés con ausencias destacadas, entre ellas el presidente ruso, Vladimir Putin, y probablemente el chino, Xi Jinping, así como el papa Francisco.
El primer ministro, Boris Johnson, quería en abril convertir la cita en unos “Juegos Olímpicos verdes” a fin de promocionar al país tras el Brexit, pero ahora advierte de que será “muy, muy difícil” conseguir que los participantes presenten estrategias nacionales que permitan limitar a 1,5ºC el calentamiento global este siglo, como establece el Acuerdo de París de 2015.
Al margen de una despoblada foto de familia, la vigesimosexta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) contará con multitud de conferencias y eventos abiertos al público en paralelo a la negociación oficial.
Cuestionamientos al anfitrión
“A nivel diplomático, el Gobierno del Reino Unido ha hecho un esfuerzo muy creíble. Ha destinado energía y recursos al proceso y ha presionado a los países para que tomen medidas significativas, como la eliminación del carbón”, además de ofrecer vacunar contra el covid a los delegados extranjeros, opina Nick Mabey, director del respetado centro de estudios E3G y experto en las Conferencias del clima de la ONU (COP).
No obstante, “en términos de la transformación de la economía británica para conseguir el cero neto (de emisiones) a mediados de siglo, las señales que envía son más confusas”, apunta.
Antes de la COP26, el país anfitrión ha anunciado ambiciosos objetivos climáticos propios, entre ellos descarbonizar la electricidad y reducir las emisiones en un 78% para 2035 sobre niveles preindustriales; erradicar el carbón en 2024; dejar de invertir desde ahora en combustible fósil en el extranjero, y prohibir la venta de vehículos a gasolina y diésel en 2030.
Lidera además con su compromiso de doblar hasta 11 600 millones de libras (USD 16 000 millones) entre 2021 y 2025 su aportación al fondo internacional de ayuda a los países en desarrollo para adaptarse al cambio climático, de cara a alcanzar la cifra prometida en 2009 de USD 100 000 millones anuales.
Con todo, los ecologistas cuestionan las medidas concretas anunciadas por el Ejecutivo para alcanzar dentro del Reino Unido sus metas climáticas.
“Aunque ha sido el primer país en presentar una estrategia nacional hacia las cero emisiones netas (que incluye subsidios para calderas y autos eléctricos y para la reforestación), existen dudas de que haya financiación suficiente para materializarla”, apunta Mabey.
Emily Davies, de Greenpeace, critica además que el Gobierno estudia conceder nuevas licencias de extracción de petróleo en el mar del Norte y una mina de carbón para la producción de acero en el noroeste de Inglaterra, “cuando la Agencia Internacional de la Energía ha dicho que para lograr la meta de 1,5ºC no puede aprobarse ningún proyecto más de combustible fósil”.
Una iniciativa valorada positivamente es la introducción de una pionera regulación para el sector financiero que obligará a las grandes empresas a revelar el impacto climático de sus inversiones y publicar sus planes de transición hacia el cero neto.
Variado programa de eventos
Entre los asistentes a la COP26, que contará con una gran vigilancia policial por posibles protestas, estarán el príncipe Carlos -heredero al trono- y el príncipe Guillermo, después de que la reina Isabel II haya cancelado su asistencia para guardar descanso por consejo médico.
Además de Johnson y el presidente oficial de la cumbre, el exministro Alok Sharma, también se espera la presencia de los dirigentes de Estados Unidos, Joe Biden; Colombia, Iván Duque; o Turquía, Tayyip Erdogan, así como los de la mayoría de la Unión Europea.
Tras una ceremonia inaugural, el 1 y el 2 de noviembre se celebrará la reunión de los líderes, donde estos detallarán sus compromisos para salvar el planeta, lo que determinará el rumbo de las negociaciones que se desarrollarán, ya sin ellos, hasta el día 12, aunque es un clásico de estas citas que se alarguen más allá de la fecha prevista.
Los objetivos políticos de la COP26 son incrementar las medidas para reducir las emisiones de carbono en 2030 de cara a un cero neto en 2050 y consensuar un plan de futuro hacia el objetivo de 1,5ºC; aumentar la financiación para apoyar a los países pobres, y finalizar el marco normativo del Acuerdo de París.