Los anticuerpos que genera el sistema inmune se mantienen 17 meses después de haber contraído el covid. Así lo señala un estudio de 769 casos en profesionales sanitarios que enfermaron al infectarse con el virus SARS-CoV-2.
La investigación también ha confirmado que las personas que sufrieron la enfermedad de manera grave generan más cantidad de anticuerpos que las que tuvieron afectaciones moderadas y leves. Ademas, indica que hay diferencias significativas en la generación de los anticuerpos entre hombres y mujeres en el día 30 de la infección para todos los anticuerpos medidos.
El estudio es uno de los más grandes que se ha hecho hasta ahora en la comunidad autónoma catalana (este), tanto por el volumen de participantes como por la duración del seguimiento que se hace de los pacientes.
La investigación fue publicada por la revista BMC Infectious Diseases. Se llevó a cabo con la participación de la Atención Primaria Metropolitana Nord del Instituto Catalán de la Salud (ICS), el Hospital Germans Trias, el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP).
También colaboraron el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa y la Fundación para la Investigación en Atención Primaria de Salud Jordi Gol i Gurina (IDIAPJGol).
Además de confirmar que los anticuerpos perduran en el tiempo, el trabajo también comprobó que la gravedad de la enfermedad influye en la respuesta inmunitaria.
Esto se demuestra pues aquellas personas que sufrieron la enfermedad grave, es decir, que tuvieron que estar ingresadas en el hospital o en la UCI, han generado más anticuerpos que aquellas que lo pasaron con afectaciones moderadas o leves.
Hombres generan más anticuerpos
Otra de las conclusiones es que los hombres generan una respuesta más elevada al poco de la infección. Es decir, generan más anticuerpos y más rápido que las mujeres pero, con el paso del tiempo, la cantidad de anticuerpos se iguala a la de las mujeres.
Para hacer el estudio, se siguió durante 17 meses a profesionales sanitarios. Se incluyó a personas que se infectaron de SARS-CoV-2 y otras que no estuvieron en contacto con el virus.
En este seguimiento se hicieron análisis de sangre de manera periódica para estudiar a fondo la respuesta inmunitaria existente frente el virus.
También se llenaron cuestionarios para conocer con detalle las afectaciones que el virus causó a los ciudadanos que se habían infectado.
La investigación se centró en los resultados que aportan los anticuerpos IgG(N), puesto que estos no se alteran con la vacunación contra el covid-19.
Con ello, se puede diferenciar la respuesta inmune generada por la infección de aquella producida por la vacuna.
De este modo, las conclusiones son válidas tanto para personas vacunadas como no vacunadas y, por lo tanto, son aplicables al grueso de la población.