Ciclopaseo, un respiro en medio de la pandemia

Los participantes se las arreglan para disfrutar, incluso corriendo riesgos, de los espacios públicos. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO

Los participantes se las arreglan para disfrutar, incluso corriendo riesgos, de los espacios públicos. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO

Los participantes se las arreglan para disfrutar, incluso corriendo riesgos, de los espacios públicos. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO

El ciclopaseo dominical en Quito, que recorre más de 28 kilómetros de la ciudad, se convirtió en un bálsamo para adultos, niños y mascotas que han soportado el encierro de tres meses debido a la pandemia del coronavirus.

A pesar de los riesgos a los que se exponían, cientos de ciclistas aprovecharon el recorrido del 28 de junio para distraerse, hacer ejercicio e incluso intercambiar breves conversaciones. Muchos fueron con sus hijos; ataviados con mascarillas como medida mínima de bioseguridad, los llevaban sobre la estructura de la bicicleta, en asientos traseros o con dispositivos adaptados para disfrutar de un momento de libertad.

Otros incluso sacaron a sus mascotas de paseo, como antes. Las acomodaron en canastillas o mochilas para llevarlas sin problema, o con una traílla. Las fotografías fueron captadas en distintos puntos del recorrido.

Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO

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