Los guías nativos del Centro Cultural Mushily enseñan a los turistas varias palabras en su idioma tsáfiki como el sara majoe (buenos días). Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO
El sonido de la marimba y el colorido de los trajes típicos de los tsáchilas atraen a los turistas que visitan la comuna Chigüilpe, ubicada en la provincia de Santo Domingo.
En ese lugar se instalaron 10 centros turísticos y culturales, que ofrecen gastronomía, música, danza, chamanismo, etnografía y más.
Sin embargo, desde el 2019 estos centros han incorporado nuevos servicios que le permiten al visitante tener más opciones turísticas y a los centros culturales destacarse con nuevos atractivos.
Por ejemplo, hay visitas guiadas a los bosques y cascadas. El Centro Cultural Tolón Pelé tiene experiencia en este tipo de ecoturismo.
Para llegar al bosque, de 5 hectáreas, se deben recorrer unos dos kilómetros por un camino de segundo orden. Al llegar, Agustín Calazacón revela a los turistas porqué la comunidad nativa decidió llamar al remanente Uni Shu.
Cuenta la leyenda que un chamán malvado huyó de la comuna e intentó buscar refugio en el bosque, pero los animales feroces quisieron devorarlo.
Por eso se escondió en los matorrales. Al poco tiempo se encontró, junto al río Baba, una piedra gigante, de más de 6 metros, que tiene la forma de un adulto mayor sentado.
En la comuna Chigüilpe, muchos de los guías nativos son jóvenes tsáchilas, de entre 18 y 35 años. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO
Los tsáchilas creen que el chamán se convirtió en piedra como castigo por los conjuros negativos que preparó.
Tras escuchar esa historia, el turista se adentra al frondoso bosque junto al río Baba. Calazacón les pide que estén atentos a los ruidos porque podrían escuchar al chamán.
El recorrido tarda dos horas. Luego se retorna a Tolón Pelé, donde un grupo de mujeres nativas recibe al turista con danza y alimentos típicos.
Calazacón afirma que pese a que el sendero hacia Uni Shu está habilitado desde el 2016, apenas el año anterior se empezó a promocionar. “Queríamos repoblar el bosque antes de ofrecer el servicio”.
A unos 200 metros de Tolón Pelé se encuentra el Centro Cultural Mushily, conformado por unos 15 jóvenes de Chigüilpe, Cóngoma y Colorados del Búa. Ellos, además de la danza, música y gastronomía típica han optado por ofrecer recorridos nocturnos con antorchas, ceremonias chamánicas y juegos ancestrales.
Los tsáchilas explican a los visitantes el significado de la vestimenta, la pintura del cabello y las líneas del cuerpo. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO
Además, en el último trimestre del 2019 implementaron el servicio de canopy. La tirolesa fue instalada en el centro cultural y recorre 170 metros hasta llegar al bosque. Un instructor espera al turista y lo guía por un sendero ecológico a orillas del río Chigüilpe.
En ese trayecto, los turistas pueden conocer las plantas nativas con las que curan enfermedades.
Abraham Calazacón, líder del centro cultural Mushily, señaló que la caminata ayuda al turista a desestresarse y a conectarse con la naturaleza.
El Museo Etnográfico Tsáchila se caracteriza por sus rituales chamánicos. Durante el recorrido, el turista tiene la oportunidad de conocer sobre la medicina ancestral. De hecho, es el único que tiene un centro ceremonial, con un orificio en el centro para dejar que la energía del sol ingrese y purifique las plantas. Por lo general, ahí se celebran bodas nativas, rituales de florecimiento y ceremonia del sol.
El Centro Cultural Seke Sonachun se especializa en turismo extranjero. Los hermanos Budy y Byron Calazacón construyeron cabañas tsáchilas, ahí se hospedan turistas de Latinoamérica, EE.UU. y Europa.
Ellos realizan agroturismo. Cosechan plátano, cacao, yuca y otros frutos para preparar los alimentos. Además, realizan trabajos de reforestación. También se caracterizan por preparar -durante todo el año- ayahuasca.