La huella del jamaiquino está en los barrios quiteños.
Hoy (21 de febrero), desde las 15:00, en el Centro Cultural Factory -av. Maldonado y Pujilí, dos cuadras al sur del C.C. El Recreo-, se realiza un concierto en homenaje a Bob Marley, el ícono del reggae que habría cumplido 70 años el 6 de febrero.
En un paseo por Quito, las imágenes que refieren al cantautor no faltan. Si se empieza en el sur, La Mena 2 es uno de los sectores con mayor influencia del ícono. Aquí, en los años 90 inició el movimiento de reggae en la capital. Shubert Guerrero, gestor cultural y bloguero de reggae, cuenta que al menos una decena de agrupaciones de este género han nacido en el sector y en barrios vecinos; Smoking Roots, Soldados de Jah, In Zion y Sawari Roots, por citar algunos.
Un grafiti en las cercanías del mercado de La Mena cuenta de la relación del lugar con género. El mural (foto abajo) es un homenaje a Alma Rasta, agrupación que se originó en ese barrio y que lleva cerca de dos décadas de actividad. Alegorías relacionadas a la cultura rastafari -movimiento espiritual que promueve la bondad,la hermandad y la verdad-, difundida a nivel mundial por Marley, son parte de esa pintura.
El león es el símbolo de liberación. Junto a este felino está la imagen de Fernando ‘Ferasta’ Puyol, el líder del grupo quiteño. Además, el rojo, amarillo y verde -los colores de la bandera rasta- son incluidos.
En la calle ‘J’, Solanda, las imágenes de Marley y afiches de eventos de reggae en una tienda de impresiones levantan la curiosidad. Patricio Lema, conocido como ‘Pato Rasta’, ha convertido su negocio en un lugar de exposición de iconografía relacionada al movimiento y en un punto de información y de venta de entradas para eventos de reggae. Lema también es el tecladista de Monkey Roots.
Aunque desde el cierre del café-boutique de la Casa Rasta no existe un lugar específico de encuentro para los seguidores del género, bares como la Naranjilla Mecánica –Tamayo y Veintimilla- o el Zoko –Isabel la Católica y Gangotena- acogen eventos de este género.
Uno de los destinos importantes está en la Villa Flora. Allí se encuentra el Colectivo Jungla Reggae. Desde hace 4 años, cada 31 de diciembre realiza un concierto que congrega a las bandas de la escena local, como Natural, American Herbs, etc. Este espacio se está posicionando a través de eventos como talleres de música, comida vegetariana y estilo de vida.
Pero la imagen y el nombre de Marley también se han convertido en marcas para promover la venta de productos relacionados al reggae y a la marihuana.
En el norte, en La Mariscal, los objetos con símbolos del intérprete de Jammin, son comunes en establecimientos de venta de artesanías, ropa, piercings, pipas y otros. Una bolsa o una pulsera tejida con los colores de la bandera rasta, una ‘shigra’ con la silueta de Marley, gorros con falsos ‘dreadlocks’ (rastas) y un sinfín de productos se encuentran en diferentes tiendas del Mercado Artesanal. En el local Artesanías El Rondador, los artículos más comunes son pipas y moledores.
Unos pasos al oeste, en el C.C. Espiral, los objetos relacionados a Marley no faltan. Edwin Zurita, titular de Maqueño, cuenta que la demanda por estos productos es alta; cada año, la marca lanza unos 20 diseños, con un tiraje de 150 camisetas.
Marley no solo exportó el folclor de Jamaica, sino que se convirtió en un ícono de resistencia y de contracultura. Su imagen caló en la industria cultural, por lo que es vendida a través de diversos productos, aunque -irónicamente- él pregonaba contra el consumismo.