El Observatorio Astronómico de Quito celebra 145 años de funcionamiento

La investigación astronómica y la formación educativa son los ejes principales de las actividades del Observatorio Astronómico de Quito. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

En 1873, durante la presidencia de Gabriel García Moreno, el Ecuador comenzó una tarea que lo pondría en uno de los lugares privilegiados de la ciencia: la construcción de un observatorio astronómico.
Cuando se construyó, este fue el tercero de América Latina; ya se había erigido uno en Bogotá (Colombia) y otro en Córdoba (Argentina). La peculiaridad del Observatorio Astronómico de Quito (OAQ) de la Escuela Politécnica Nacional (EPN) radicaba en su cercanía a la Línea Ecuatorial del planeta.
Este lugar privilegiado hizo del OAQ un lugar ideal para la recopilación de datos de los cuerpos celestes en el universo. Ericsson López, doctor en Astrofísica y director del OAQ, asegura que -por la forma en la que fue concebido y ejecutado el proyecto- este fue uno de los mejores observatorios del planeta.
“Fue construido como un observatorio astrométrico, es decir, que disponía de instrumentos para determinar las posiciones de los cuerpos celestes. Estos datos eran muy importantes, ya que no se tenían datos precisos de la zona Ecuatorial y los instrumentos del observatorio nacional ayudaron a establecer el catálogo fundamental de estrellas: el FK5”, dice López. El documento que menciona se utiliza en la actualidad y contiene todos los cuerpos celestes con sus coordenadas.
El OAQ, no obstante, no se ha dedicado exclusivamente al estudio científico del espacio exterior. El aporte de esta institución al país ha sido fundamental en áreas como la geofísca, la meteorología o la cartografía en el Ecuador.
Desde este centro se han realizado históricamente estudios vulcanológicos y sismológicos, y allí se encuentran los primeros sismógrafos del país.
El servicio de análisis sismológico que brindaba el OAQ fue lo que dio eventualmente origen a la creación del Instituto Geofísico de la EPN.
En este lugar también se estableció la primera estación meteorológica del país. Según López, esta estación sigue en funcionamiento y todavía recoge datos a diario.
“Esta estación y otras más constituyen el servicio meteorológico nacional. Después, evidentemente, creció la necesidad de medir y caracterizar el clima. Esto fue el origen del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología, el Inamhi”, resalta López.
En la actualidad, en el OAQ se realizan diferentes investigaciones en astrofísica, con temáticas que van desde el estudio de galaxias activas hasta el análisis de agujeros negros.
Por otra parte, el OAQ tiene como misión la divulgación científica. Periódicamente, esta institución realiza talleres de capacitación a maestros del país para que puedan educar a sus alumnos en astronomía.
Durante los últimos años también se ha creado el Museo Astronómico. Los trabajos se iniciaron durante una gran restauración del OAQ en el 2009. Desde el 2011 en este lugar se exhiben todos los instrumentos que históricamente han contribuido con la investigación científica en el país.
Entre los proyectos para el futuro, se ha planteado la construcción del nuevo Observatorio Nacional, que estaría ubicado en la planicie de Jerusalén, en la parroquia de Malchinguí, sobre el río Pisque.
Los estudios para la construcción de este complejo se han realizado en la última década y hoy está en etapa de financiamiento, según el director de la institución.