Tiburones juveniles, crías e incluso fetos son pescados en el océano Pacífico Oriental. La captura de estos animales sexualmente inmaduros preocupa a los especialistas, ya que está poniendo en peligro a sus poblaciones.
Un estudio realizado a los tiburones que se encontraban en el barco Fu Yuan Yu Leng 999, capturado en 2017 en la Reserva Marina de Galápagos, muestra que la pesca de ejemplares juveniles es intensiva.
De los 929 tiburones analizados por su forma y ADN, 745 especímenes fueron clasificados de acuerdo a su tamaño. Las mediciones permitieron descubrir que, de estos últimos, 515 no habían llegado todavía a la madurez sexual.
Elisa Bonaccorso, autora principal de la investigación y docente de la Universidad San Francisco de Quito, explica que este fue uno de los hallazgos más preocupantes. Aunque todavía no se sabe en qué zona del océano fueron pescados, se conoce que estas especies están presentes en las islas Galápagos.
De acuerdo con la especialista, cualquier alteración a las poblaciones del océano Pacífico Este Tropical afecta a todas las especies de la zona.
De la muestra analizada por los investigadores, el tiburón sedoso fue la especie más común en el barco. El 86% de sus especímenes era sexualmente inmaduro.
La situación del tiburón puntas blancas oceánico es más alarmante. Esa fue la segunda especie más abundante en el barco; el 96% de sus individuos pescados no había alcanzado su madurez.
El hallazgo es preocupante, ya que este tiburón ha sido clasificado ‘En peligro crítico’ de extinción, por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Alex Hearn, investigador de la USFQ y especialista en tiburones, explica que las poblaciones de estos animales “están yendo en picada” y ya es muy difícil encontrarlos en aguas ecuatorianas. Si se continúa pescando a juveniles, hembras preñadas y crías, sus poblaciones no podrán renovarse en esta parte del mundo.
El puntas blancas oceánico alcanza su madurez sexual al medir 172 cm. Los especímenes llegan a este tamaño cuando tienen alrededor de cinco años de edad. Su período de gestación dura alrededor de 12 meses y no pueden tener más crías enseguida.
Bonaccorso explica que en el caso del puntas blancas, los tamaños de los especímenes hallados coinciden con los que se espera en la denominada pesquería de cerco.
De acuerdo con los tratados de la Comisión Interamericana del Atún Tropical, no se deben transportar, trasbordar o comercializar tiburones puntas blancas que hayan sido capturados con redes de cerco.
Por otro lado, en el barco se hallaron 432 fetos de tiburón. Para Hearn, hay que tener en cuenta que no solo agarraron a la hembra preñada y a sus actuales crías, sino que eliminaron la posibilidad de que estas puedan tener futuras camadas.
Juan Manuel Guayasamín, investigador de la USFQ y otro de los autores del estudio, dice que no es posible generalizar, pero estos datos permiten conocer lo que está sucediendo en esta región.
En Panamá, por ejemplo, estudios científicos demuestran que más del 90% de las capturas de tiburones corresponde a individuos juveniles o inmaduros.
Además, a escala global se conoce que las poblaciones de estos animales han disminuido en un 71% en los últimos 50 años, sobre todo por la sobrepesca.
Para determinar la zona en la que los tiburones hallados en el Fu Yuan Yu Leng 999 fueron capturados, Guayasamín explica que están trabajando en un nuevo análisis biológico. El trabajo se llevará a cabo con los individuos puntas blancas, sedoso y cachuda roja o martillo común.
La pesca incidental es señalada por el investigador como otro de los mayores problemas. En 2019 se capturaron incidentalmente 217 000 tiburones en aguas ecuatorianas. Este Diario consultó hace un mes al Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca sobre las cifras del 2020, pero hasta el momento no ha respondido.
El estudio, liderado investigadores de la USFQ, el Galápagos Science Center y el Parque Nacional Galápagos, revela que la mayoría de especies halladas en el barco carguero chino está amenazada.
El tiburón martillo común o cachuda roja y el puntas blancas son los dos que están ‘En peligro crítico’, la categoría más alta de alerta.