El espejo agua de la laguna de Yahuarcocha, situada en Ibarra, provincia de Imbabura, permanece cubierto por una especie de nata de color verde.
Este es el resultado del deterioro de la calidad del líquido debido a la sobrepoblación de microorganismos (cianobacterias), la ausencia de otras plantas acuáticas y la presencia de la especie invasora procambarus clarkii.
Estos problemas fueron identificados en el plan de manejo de Yahuarcocha, que está vigente desde noviembre de 2019. El Municipio de Ibarra priorizó tres estrategias para la remediación de cuerpo hídrico, que es uno de los principales problemas de esta microcuenca.
Ahí consta la implementación de esteras flotantes, la importación de equipos de ultrasonido para control de cianobacterias y microalgas y la construcción de humedales artificiales.
Para ejecutar el primer plan, cientos de esquejes de elodea, una planta acuática que se caracteriza por absorber nutrientes del agua, son reproducidos y adaptados en la laguna.
Un equipo de investigadores del Municipio de Ibarra desarrolla el monitoreo de la laguna de Yahuarcocha. Fotos: José Luis Rosales / EL COMERCIO
Lenin Riascos, ingeniero en biotecnología, desarrolla desde junio pasado este plan de reintroducción de esta especie. Los tallos fueron traídos de criaderos del Oriente, trasplantados en macetas y colocados en el interior de piscinas de adaptación. Los estanques fueron colocados en las orillas del lado norte del complejo lacustre.
En los ensayos observaron que las elodeas intervienen para que el líquido verde se vaya aclarando por la asimilación de nutrientes. Por eso, a fines de este mes, 6 000 plantas serán introducidas en la laguna, para que asimismo ayuden a estabilizar el zooplancton de Yahuarcocha.
Las matas, de 40 centímetros de alto, estarán en una especie de cajas, de acero inoxidable, que son las esteras flotantes, que les permita estar dentro del agua. Se han construido seis estructuras, en cada una habrán1000 elodeas.
Estas estarán en diferentes locaciones del espejo de agua, que tiene un área de 270 hectáreas. El cabildo ha invertido en este plan USD 60 000.
A las esteras flotantes se les ha cubierto con mallas de protección para evitar que el procambarus clarkii ingrese y perjudique el desarrollo de las elodeas. En el 2013, se detectó la introducción de esta especie de cangrejo de río que contribuyó a alterar el ecosistema de este ícono ibarreño.
El martes último, la bióloga Paola Sanhueza finalizó un muestreo de la población de este crustáceo decápodo para establecer un plan de control. Para ello, utilizaron siete trampas, que las fabricó artesanalmente, para ubicarles en las orillas de la laguna en donde se ha distribuido esta especie. Hay encontrado individuos de 11,5 centímetros de alto.
Ahora la idea es implementar 100 trampas más para un proceso de captura permanente que permita reducir al máximo la población.
Este miércoles, un equipo de la municipalidad monitoreaba las variables de temperatura, conductividad, oxígeno disuelto en el agua. También tomaron muestras de fitoplancton para análisis en el laboratorio.
Mientras que, la ofertas para la importación de siete equipos de ultrasonidos, que apunta a controlar el crecimiento de cianobacterias, se conocerán este 15 de octubre. La inversión bordeará los USD 390 000.
Según Ramiro Rodríguez, director de Gestión Ambiental del municipio, con las frecuencias de sonido que son emitidas por un difusor se puede controlar la reproducción de estos microorganismos. Los estudios arrojaron que hay 56 000 individuos, del género Aphanizomenom, por cada mililitro.
También se contrató una consultoría para el diseño y construcción de humedales para el control de descargas minerales, que se espera contratar este mismo año. “La remediación ambiental de la laguna por el desequilibrio que existen en todo el ecosistema requerirá de varios años”.
En diciembre de 2019 se conformó una mesa técnica integrada por instituciones públicas locales y gubernamentales. Cristina Valle, técnica del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, han realizado lineamientos, en diciembre del 2020 y junio de este año, para la actuación del Municipio de Ibarra. Entre ellos, que este plan de intervención sea a nivel de toda la microcuenca.