La Gran Barrera de Arrecifes, está situada en el noreste australiano y considerada el mayor sistema coralino del mundo. Registra una cantidad de corales sin precedentes desde hace 36 años, pero sigue siendo vulnerable a los blanqueos masivos por la crisis climática. Esto, de acuerdo con un estudio anual publicado el jueves 4 de agosto de 2022.
“En 2022, la recuperación generalizada ha dado lugar a la mayor cobertura de coral registrado por el LTPM (siglas en inglés del Programa de Monitoreo a Largo Plazo) en el norte y el centro de la Gran Barrera”, se lee en el informe anual sobre la condición de la Gran Barrera del Instituto Australiano de Ciencias Marinas.
Niveles de cobertura
El estudio del LTPM, señala que 38 de los 87 arrecifes representativos mostraron niveles de cobertura del 10 al 30%. Los datos son analizados entre agosto de 2021 y mayo de 2022.
Otros 28 arrecifes muestran una cobertura de entre el 30 y 50%. Esto es mucho mayor a la registrada en el estudio del año pasado en la Gran Barrera de Arrecifes.
Esto se debe al aumento de los corales Acropora (cuernos de alce) de rápido crecimiento. “Que son el grupo dominante de corales en la Gran Barrera. Además, han sido en gran medida responsables de los cambios anteriores en la cobertura de coral duro”, apunta el informe del Instituto Australiano de Ciencias Marinas (AIMS, siglas en inglés).
Una especie delicada
Pero la AIMS menciona que esta especie es más propensa a ser dañada por las olas, provocadas por fuertes vientos y ciclones tropicales. Otro motivo es la decoloración por el calentamiento de las aguas. También son la presa preferida de la plaga de corona de espinas.
“Esto significa que los grandes aumentos de la cobertura de coral duro pueden ser rápidamente anulados por las perturbaciones en los arrecifes donde predominan los corales Acropora”, resalta Mike Emslie, especialista de AIMS en un comunicado del ente gubernamental.
La AIMS alertó que la zona sur de la Gran Barrera reportó una caída en el crecimiento de 38% en 2021 a 34% este año. La razón es la proliferación de la plaga de coronas de espinas, continúa el estudio.
“Esto muestra cuán vulnerable es la Gran Barrera a las perturbaciones agudas y severas que están ocurriendo con más frecuencia y tienen una mayor duración”, remarca el director ejecutivo de AIMS, Paul Hardisty.
Daños empezaron en 1998
La Gran Barrera -que corre el riesgo de ser incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad en peligro-, sufrió importantes blanqueos en los años 1998, 2002, 2016, 2017 y 2020, así como en 2022, a pesar de que ese año estuvo dominado por el fenómeno de La Niña que causa una bajada de temperaturas en el país australiano.
Hogar de 400 tipos de coral, 1 500 especies de peces y 4 000 variedades de moluscos, la Gran Barrera comenzó a deteriorarse en la década de 1990 por el doble impacto del calentamiento del agua del mar y el aumento de su acidez por la mayor presencia de CO2 en la atmósfera.
Además de las especies marinas, también se encuentran más de 215 tipos de aves como, por ejemplo, el águila de mar de vientre blanco y el charrán rosado, y especies únicas en peligro de extinción como las tortugas verdes.