Las partículas de aerosol en la atmósfera tienen un mayor impacto en la cobertura de las nubes, aunque menos efecto en el brillo de las mismas de lo que se pensaba, revela una nueva investigación.
Los aerosoles son partículas diminutas suspendidas en la atmósfera y desempeñan un papel fundamental en la formación de las nubes. Dado que aumentan debido a las actividades humanas, numerosas evaluaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático han sugerido que podrían tener un impacto importante en el cambio climático porque las nubes reflejan la luz solar y, por tanto, mantienen las temperaturas más frescas.
Sin embargo, este impacto refrigerante de los aerosoles en las nubes es difícil de medir, lo que ha provocado una gran incertidumbre en las proyecciones sobre el cambio climático.
Este 4 de agosto de 2022 se conoció u nuevo estudio, publicado en Nature Geoscience y dirigido por la Universidad de Exeter, con socios académicos nacionales e internacionales y la Oficina Meteorológica del Reino Unido. Se utilizó la erupción del volcán islandés de 2014 para investigar esto.
“Esta enorme pluma de aerosoles en un entorno casi prístino proporcionó un experimento natural ideal para cuantificar las respuestas de las nubes a los cambios de los aerosoles, es decir, la huella dactilar de los aerosoles en las nubes, explica el autor principal, el doctor Ying Chen.
Incidencia volcánica
Los análisis muestran que los aerosoles de la erupción aumentaron la cobertura de nubes en aproximadamente un 10%.
Con estos resultados, se concluyó que más del 60% del efecto de enfriamiento climático de las interacciones entre nubes y aerosoles se debe al aumento de la cobertura de nubes.
“Los aerosoles volcánicos también aclararon las nubes al reducir el tamaño de las gotas de agua, pero esto tuvo un impacto significativamente menor que los cambios en la cubierta de nubes a la hora de reflejar la radiación solar”, agrega.
Los modelos y las observaciones anteriores sugerían que este aclaramiento representaba la mayor parte del enfriamiento causado por las interacciones entre las nubes y los aerosoles.
Las gotas de agua suelen formarse en la atmósfera alrededor de las partículas de aerosol, por lo que una mayor concentración de estas partículas facilita la formación de gotas de nube.
Sin embargo, como estas gotitas de nube son más pequeñas y numerosas, las nubes resultantes pueden retener más agua antes de que se produzcan las precipitaciones, por lo que un mayor número de aerosoles en la atmósfera puede provocar más nubosidad pero menos lluvia.
El estudio utilizó datos de satélite y aprendizaje por ordenador para estudiar la cobertura de las nubes y su brillo. Usó 20 años de imágenes de nubes por satélite procedentes de dos plataformas satelitales diferentes para comparar los períodos anteriores y posteriores.